martes, 8 de marzo de 2011

El Salmista en el Salmo 23

SALMO 23.
El Señor es mi pastor, nada me faltará.
Confortará mi alma y me conduce.
En prados de tiernos pastos me hace descansar.
Junto a aguas tranquilas me guiará por sendas de justicia por amor de SU nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno,
porque TU estarás conmigo, pues Tu vara y Tu cayado me infundirán aliento.
Preparas mesa delante de mí en presencia de mis adversarios.
Unges mi cabeza con aceite, mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la Misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la Casa de Dios moraré por días sin fin.