viernes, 10 de diciembre de 2010

Harlan Coben en El inocente

Harlan Coben El inocente

Obliga a pensar en las repercusiones que determinadas decisiones tienen sobre las vidas de sus protagonistas.
En esta vida no se encuentran tantas personas con las que puedas contar de verdad.
Tenía un don natural para el entusiasmo.
Tenía una de esas sonrisas “que hacen girar el mundo”.
Era feliz, y eso le daba un miedo terrible. Lo bueno es frágil.
Siempre tuviste buen corazón. Nunca fuiste cruel con los demás. A menudo te metías en líos para proteger a alguien más débil.
Nunca aspiró a la gloria. No tenía ego.
Lo que se hace con las cosas malas del mundo, sacarlas a la luz de Dios.
La mente cambia para sobrevivir. Todo puede convertirse en normal.
Era lo bastante listo para saber que no era demasiado listo.
La naturaleza se imponía a la educación.
Convenciendo a los niños con las dotes de negociador que había adquirido.
Quiere algo que yo no tengo interés en ofrecerle. O sea que lo busca en otra parte.
Bonita vista –dijo. – ¿Tú crees?… No. Es lo que yo considero dar conversación.
Soy una rareza divertida.
Le lanzó una mirada más pesada que la eternidad.
No hago favores. Esto es mi trabajo. Te lo voy a facturar. ¿Recuerdas?
Ya sabemos lo que se dice: cuidado con lo que deseas.
Empezó a sentirse mejor. O por decir lo mismo de otro modo: empezó a sentir menos.
Más tarde tal vez, chicos.
Hacia los cinco años, gran parte de nuestro futuro está predeterminado.
¿Qué sentido tiene ser de la policía si no puedes conducir deprisa y llevar un arma?
Su lema era: “Vive un poco. Eso puede esperar”.
“Por Dios –pensó-, qué lamentable soy”.
Había pasado mucho tiempo desde que había mirado con atención al hombre con quien se había casado.
Se frotó el bigote como si fuera una mascota.
Seguir discutiendo sólo serviría para retrasar lo inevitable.
Ahora estaba llorando por cuatro años de angustia.
Decía que nuestra vida podía ser una basura pero que no hacía falta vivir en un basurero.
No era tanto que hicieras algo horrible, sino que lo horrible era la costumbre.
Al final, si se trataba de elegir entre nosotros o ellos, siempre somos nosotros.
No se obsesionaba por tonterías. Vivía el momento.
Ignoraba lo superfluo y veía lo esencial.
No veía las cosas malas en ella. Ergo no existían.
Su preciosa mujer, la que hacía que los afortunados que la conocían se sintieran mejor.
Tenía detalles. Cojines bonitos. Algunas figurillas. En resumidas cuentas, era un hogar.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Lo que dijeron Daniel y Claudia sobre el Centro ...

Lo que dijeron Daniel Brunella y Claudia Drago sobre el Centro de Desarrollo Personal y Empresarial

Curso de Liderazgo Innovador

Es un proceso educativo. Hay un “entrenador” y un equipo de asistentes o “staff”.
La metodología es variada.
Consta de tres niveles: Básico, Avanzado y Liderazgo.
Básico: nos focalizamos en nosotros mismos. Reflexionamos sobre lo que estamos haciendo de nuestra vida. Si nos estamos facilitando o no conseguir los objetivos que nos proponemos.
Avanzado: Trabajo en equipo. Aprender a tomar decisiones bajo presión y a correr riesgos para lograr lo que nos proponemos.
Liderazgo: Acción. Incorporamos hábitos y conductas que nos conectan con nuestra visión desde la experiencia a través de diseños de proyectos y su ejecución.

Está dirigido a todos los que necesiten ayuda para vivir mejor, concretar un proyecto, encontrarle sentido a lo que hacen, transformarse, cumplir un deseo.

Ayuda a aumentar la confianza en sí mismos. Comunicarse mejor. Aclarar objetivos. Encontrar nuevas posibilidades. Mayor responsabilidad. Manejar el estrés. Mejores conversaciones.

Albert Einstein nos dejó este pensamiento: Es estúpido pensar en un resultado diferente y seguir haciendo lo mismo.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Sófocles en Antígona

Sófocles Antígona

Difícil es la victoria cuando el adversario es la serpiente.
El que en más considera a un amigo que a su propia patria, éste no me merece consideración alguna.
No puede pasarme nada que no sea mi destino.
Las malas noticias suelen hacer que uno se retarde.
No hay quien quiera a un mensajero que trae malas noticias.
Entre los hombres, nada, ninguna institución ha prosperado nunca tan funesta como la moneda.
El que te hiere el alma es el culpable; yo te hiero en las orejas.
No nací para compartir el odio sino el amor.
Huyen hasta los más valientes, cuando sienten a la muerte rondarles por la vida.
Felices aquellos que no prueban en su vida la desgracia.
Bueno es tomar consejo de los que bien lo dan.
Cosa dulce es aprender de quien bien te aconseja en tu provecho.
Las desgracias que uno tiene que afrontar, cuanto más brevemente mejor.
No hay hombre que pueda eludir lo que el destino le ha fijado.
La prudencia es la base de la felicidad.
En lo debido a los dioses no hay que cometer ni un desliz.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Miguel de Unamuno en La Tía Tula

Miguel de Unamuno La Tía Tula

Su sola presencia santificaba nuestra voluntad; para educarnos le bastó la transparencia de su vida.
Los dos cirios que ardían a un lado y al otro del cadáver, haciendo brillar su frente tan blanca como la cera de ellos.
Era como el pan de cada día, como el pan casero y cotidiano, y no un raro manjar de turbadores jugos.
Nuestra vida un continuo y mudo “¡hágase tu voluntad!” y un incesante “¡venga a nos el tu reino!”.
Fue como el aire que se respira y al que no se le siente sino en momentos de angustioso ahogo.
Que seas feliz y hagas felices a otros.
Yo no trato de convencer a nadie de nada.
La luna llena, roja sobre su palidez, que surgía de las olas como una flor gigantesca y solitaria en un yermo palpitante.
No te volveré a pensar. Pero ¿quién pone barreras al pensamiento?
Eva no conoció madre… ¡Así se explica el pecado original!
Y es a lo que nos manda Dios a este mundo, a alegrar a los demás.
Que nunca tengáis que arrepentiros de haber hecho algo, y menos de no haberlo hecho…

lunes, 15 de noviembre de 2010

en la recopilación de Los 120 mejores cuentos

Recopilación de Ramiro Calle y Sebastián Vázquez
Los 120 mejores cuentos de las tradiciones espirituales de oriente

Introducción
Estas historias tienen una virtud particular: ilustran una situación.
Muchas de estas historias se refieren al daño que produce el peso de las creencias en el ser humano.
Los cuentos de este tipo tienen el poder de provocar en la conciencia un impacto.
Es común en estos cuentos la aparición de los personajes del maestro y el discípulo.
Estos cuentos presentan varios niveles de lectura que se adecuan al estado interior del lector.
El peso de las creencias:
Voy a ver si esa persona necesita ayuda.
Yo solté a la mujer al cruzar el río, pero tú todavía la cargas contigo.
Otro punto de vista:
Un paseante vio a un pastor que subido a una escalera daba de comer las tiernas ramas de un árbol a una cabra y le dijo: ¡Vas a tardar muchísimo tiempo! ¿Y qué apuro tiene la cabra?
Cielo e infierno cercanos:
Un samurai dijo a un viejo sabio: Necesito saber si existen el infierno y el paraíso. El maestro se burló de él. Furioso el samurai desenvainó su sable. ¡Ahora se abren las puertas del infierno! Gritó el anciano. El guerrero guardó su sable avergonzado. ¡Ahora se abren las puertas del paraíso! Exclamó el maestro.
La prisión del odio:
Dos hombres habían compartido injusta prisión. Se encontraron años después ya libres. Uno le preguntó al otro: ¿Alguna vez te acuerdas de los carceleros? No, gracias a Dios ya olvidé todo. ¿Y tú? Yo continúo odiándolos con todas mis fuerzas. Si eso es así significa que aun te tienen preso.
Buscando donde no hay nada:
Una noche un hombre encontró a un vecino que había perdido la llave de su casa buscándola debajo de una farola. Yo te ayudaré. Al rato le pregunta: ¿Estás seguro de haber perdido la llave aquí? No, pero aquí hay más luz.
El verdadero culpable:
Un hombre denuncia que le robaron su burro. Los policías comienzan a hacerle observaciones. Señores, algo de culpa también ha de tener el ladrón, ¿no creen?
Conciencia de la propia ignorancia:
Una mujer que había perdido a su hijo le preguntó al abad del templo: ¿Adonde ha ido mi hijo? El viejo abad se dio cuenta de que no podía responder. Entonces dejó el templo y marchó en busca del verdadero conocimiento.
No vieron lo que esperaban ver:
Un día el gobernador decide ir a ver a un severo asceta. Enterado el asceta pide a un discípulo que le traiga vino, queso y tocino. El gobernador con su séquito lo ven comiendo y bebiendo; se retiraron desilusionados. El discípulo le pregunta el motivo de su actitud. Yo no tengo ni ganas ni tiempo que perder con los que en vez de querer saber, suponen.
El desatento tampoco ve:
Un hombre caminaba por la noche. Al doblar la esquina tropieza con un ciego que llevaba un farol. ¿Para qué demonios vas con un farol si eres incapaz de ver nada? ¡Para que puedan verme y no tropiecen conmigo los tontos como tu!
¿Dónde está el sabor?:
Un maestro ofreció un trozo de melón a su discípulo. ¿Quién tiene buen sabor, el melón o la lengua? El discípulo inició su explicación. El maestro lo interrumpió: Idiota, no te compliques más. El melón está bueno. La sensación es buena. Eso basta.
Avaro hasta el dolor:
Un caminante sintió hambre. Vio a un hombre sentado junto a una canasta de frutos. Sacó muchas monedas y le compró toda la canasta. Se cruzó con otro caminante que lo vio comiendo los frutos, rojo, sudando y llorando. ¿Qué haces? Esos frutos no son comestibles por ser muy picantes. No estoy comiendo frutos picantes. Me estoy comiendo mi dinero.
Dejando al ego de lado:
Un hombre era muy dependiente de las opiniones de los demás. Visitó a un sabio. Vete al cementerio. Halaga a los muertos y vuelve. ¿Qué te contestaron? Nada, si están muertos. Vuelve y los insultas. ¿Qué te contestaron? Nada, si están muertos. Si no hay nadie que reciba los halagos o los insultos,¿Cómo podrían afectarte?
Pedir lo que no se puede asumir:
Un hombre fue a visitar a un amigo que tenía un loro en una jaula. El loro gritaba ¡Libertad! ¡Libertad!
Para ayudar al loro entró a escondidas a esa casa. Cuando abrió la jaula el loro apretado contra el fondo de su prisión gritaba: ¡Libertad! ¡Libertad!
Algunos siempre encuentran motivos para quejarse:
Una caravana llega a un oasis. Se oyó una voz que decía: ¡Qué sed tengo! ¡Qué sed tengo! Dadle agua ordenó el jefe. ¡Qué sed tenía! ¡Pero qué sed tenía!
La enseñanza de la acción impecable:
Unos hombres estaban de visita en casa de un maestro. Uno le dijo a otro: ¿Has venido como yo a oír sus enseñanzas? No. Para mí es suficiente ver cómo se ata las sandalias.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Juan Rulfo en Pedro Páramo

Juan Rulfo Pedro Páramo

Bajamos cada vez más. Habíamos dejado el aire caliente allá arriba y nos íbamos hundiendo en el puro calor sin aire. Todo parecía estar como en espera de algo.
Encontrarás más cercana la voz de mis recuerdos que la de mi muerte, si es que alguna vez la muerte ha tenido alguna voz.
Tus labios estaban mojados como si los hubiera besado el rocío.
Sólo quedaba la luz de la noche, el siseo de la lluvia como un murmullo de grillos…
El reloj de la iglesia dio las horas, una tras otra, una tras otra, como si se hubiera encogido el tiempo.
Las luces se apagaron. Entonces el cielo se adueñó de la noche.
La tierra, “este valle de lágrimas”.
Te acostumbrarás a los “derrepentes”.
La madrugada fue apagando mis recuerdos.
El día desbarata las sombras. Las deshace. A través de los párpados me llegaba el albor del amanecer.
La tarde todavía llena de luz.
Como una alcancía donde hemos guardado nuestros recuerdos.
¿La ilusión? Eso cuesta caro.
Ella está en otra parte, aquí no hay más que una cosa muerta.
Me anegué en lágrimas para enjuagar mi angustia.
El cielo estaba lleno de estrellas, gordas, hinchadas de tanta noche.
Afuera chisporroteaba el sol.
Se volvió a hundir entre la sepultura de sus sábanas.


viernes, 5 de noviembre de 2010

Harlan Coben en No se lo digas a nadie

Harlan Coben No se lo digas a nadie

Como la luz de las estrellas, el amor no muere nunca.
Mi mano se extravió en la deliciosa curva de su espalda.
He aprendido a no juzgar. Escucho. Me pongo en el lugar del otro.
Mirándome a los ojos, me soltó una indiscutible verdad. –Usted no sabe nada de mi vida.
No juzgo. Sólo observo.
No siempre la distancia es el olvido.
Los problemas surgen al enfrentarme con cosas antiguas.
Puedo asegurar que pocas cosas son tan devastadoras como esa frase “podría haber…”
Respondo con una simple frase: “Es tu punto de vista”.
No hacía nunca muecas. Era un privilegio suyo.
Creía sinceramente que todo el mundo era bueno, que todos tenían su dignidad. También yo habría querido ser tan cándido.
La mente posee poderes increíblemente distorsionadores.
La fidelidad es una virtud que no abunda.
Las pequeñas cosas son las que más cuentan.
Coquetear con el alcoholismo es más o menos tan peligroso como coquetear con la hija menor de edad de un bandido.
Era una de esas personas que miran a los demás como si ellas fueran tigres famélicos y ellos gacelillas cojas.
La lección fundamental que quiso inculcarle fue simplemente ésta: confía en la naturaleza, no en el hombre.
A los secretos no les gusta estar enterrados.
Alguien diría que si ahora soy mejor, es porque he madurado.
La sexualidad es para todos, lo que viene después es sólo para los que se quieren.
Las palomas se contoneaban con ese aire de arrogancia que suele asociarse a los políticos.
La gente suele comentar que este mundo está enfermo. Pero no tienen ni idea.
No sabía dónde quería ir a parar con todo aquello, lo que sí sabía era que no me iba a gustar.
Mi normativa es muy simple, se basa en las prioridades, gran parte de la vida se organiza de acuerdo con este principio.
Creía que los detalles no servían para otra cosa que para enturbiar y confundir la imagen.
Más rara que un perro verde.
El hecho de que tú no veas la explicación no quiere decir que la explicación no exista. Lo único que quiere decir es que tú no la ves.
Sé que tiene que haber una explicación, pero no la encuentro.
De pronto se me ocurrió una idea, lo que es peligroso aun en el mejor de los casos.
Su espesa barba era un nido de gorriones después del ataque del cuervo.
Había transcurrido tantísimo tiempo que la nostalgia levantó apenas un rizo en el mar del recuerdo.

sábado, 30 de octubre de 2010

Asa Larsson en Sangre derramada

Asa Larsson Sangre derramada

Continuó cruzándose con los grupos. Todo el mundo andaba con la cinta métrica preparada en el bolsillo. Se medían unos a otros. Se comparaban a si mismos. Sueldo. Casa. Nombres. A quién conocían. Qué habían hecho en el verano.
Si tienes monstruos bajo la cama lo mejor que puedes hacer es encender la luz y mirar debajo.
La oscuridad le pasaba el brazo por la espalda dándole cobijo.
Con los años era como si uno fuera empeorando. Era como si el cuerpo te pidiera una semana de vacaciones simplemente para sentarte a mirar la naturaleza.

sábado, 16 de octubre de 2010

Ernesto Sábato en El Túnel

Ernesto Sábato El Túnel

La frase “todo tiempo pasado fue mejor” no indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que
–felizmente- la gente las hecha en el olvido.
A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil.
Vivir consiste en construir futuros recuerdos.
Las cartas de importancia hay que retenerlas por lo menos un día hasta que se vean claramente todas las posibles consecuencias.
Fue naciendo y creciendo una modestia como solo pueden tener los seres que no pueden elegir.
Me dominaba un insensato orgullo, el orgullo de no haberme equivocado.
La tormenta estaba ya sobre nosotros, negra, desgarrada por los relámpagos y truenos.
Mi cuerpo se derrumbó lentamente, como si le hubiera llegado la hora de la vejez.

viernes, 15 de octubre de 2010

Paulo Coelho en Manual del Guerrero de la Luz II

Paulo Coelho Manual del Guerrero de la Luz II

Cualquier problema, una vez ya resuelto, parece simple.
Existen dos tipos de oración. El primero es aquel en el que se pide que determinadas cosas sucedan, intentando decir a Dios lo que debe hacer. Dios –que sabe muy bien lo que es mejor para cada uno- continuará actuando como le convenga. Y el que reza queda con la sensación de no haber sido escuchado. El segundo tipo de rezo es aqueo en que incluso sin comprender los caminos del Altísimo, el hombre deja que se cumplan en su vida los designios del Creador. Pide que se le evite el sufrimiento, pero no olvida decir a cada momento “Hágase tu voluntad”.
Las palabras más importantes en todas las lenguas son palabras pequeñas: Sí. Amor. Dios.
Nadie es totalmente bueno o malo.
Los fines no justifican los medios.
No procures ser coherente; aprende a vivir con tus contradicciones.

jueves, 14 de octubre de 2010

Sangharákshita en El Sutra del Loto Blanco

Sangharákshita El Sutra del Loto Blanco

El impulso hacia la Iluminación, el impulso hacia algo más elevado y más allá de los confines del mundo es innato en todo ser vivo.
El impulso por el desarrollo espiritual existe en potencia en todos los seres.
Desarrollar cualidades espirituales por medio de la práctica de las seis paramitas. Paramita se traduce por disciplina para el logro de la Iluminación.
La primera de estas disciplinas para el logro de la Iluminación es dana (la generosidad).
Lo primero que se puede dar son las cosas materiales. En segundo lugar está dar educación y cultura. La tercera forma de generosidad es psicológica: dar la intrepidez. Mucha gente padece sentimientos profundos de inseguridad. En cuarto lugar, dar el Dharma, la Verdad.
Dar el Dharma es compartir tu comprensión de la verdad. Por último, se da uno a sí mismo en las relaciones con los demás. Dijo Walt Whitman: “Cuando doy, me doy a mi mismo”. Los budistas orientales practican diariamente alguna forma de generosidad. La generosidad es una virtud que cualquier budista que practica necesita desarrollar.
La segunda disciplina, sila, es honestidad. Trata cuidadosamente de no dañar ni aun al ser más insignificante. La reverencia por la vida.
El segundo precepto es compromiso a abstenerse de todo lo que no se me ha dado. Abstenerse del robo o cualquier tipo de fraude.
El tercer precepto da directivas sobre la ética del habla. Decir la verdad con amor y afecto, teniendo en cuenta los sentimientos y las necesidades de quien escucha, de forma que promueva la armonía, la concordia y la unidad.
El cuarto precepto es sobre la preservación de la atención consciente. Evitar cualquier cosa que disminuya la atención consciente. Alcohol y drogas.
La tercera disciplina es ksanti. Paciencia. Tolerancia. Amor y amabilidad. Franqueza. Predisposición a comprender las cosas. Receptividad a las verdades espirituales superiores.
La cuarta paramita es virya, la energía o el vigor. El esfuerzo para desechar emociones negativas y fomentar emociones positivas. Sin energía no se puede hacer nada.
La quinta paramita, samadhi, concentración.
La sexta disciplina es prajna, la sabiduría.
Se reconocen tres tipos de sabiduría. La primera es la sabiduría que se obtiene escuchando y leyendo. La siguiente se obtiene reflexionando sobre lo que hemos oído. El tercer tipo cuando meditamos sobre nuestras reflexiones.
Al oír o leer las palabras “Esto he escuchado… (“evam maya srutam” en sánscrito) sabemos en seguida que una enseñanza del Buda va a ser predicada.
“La Verdad en su plenitud es difícil de comprender”. Es tan difícil que sólo los Budas, solo los plenamente iluminados, son capaces de comprenderla.
“Por medio de una parábola la gente inteligente llega a comprender”.
Nos complace pensar que vivimos en el presente, pero lo más frecuente es estar rodeados de los fantasmas del pasado.
Las proyecciones de nuestro subconsciente, los fantasmas del pasado que llevamos a todas partes con nosotros.
“El mundo entero está en llamas. El mundo entero arde. Arde con el fuego del querer y del deseo neurótico. Arde con el fuego de la rabia, del odio y de la agresión. Arde con el fuego del error, del engaño y de la falta de consciencia”.
Todo se quemaba en el triple fuego del deseo, del odio y de la ignorancia.
Antes de construir hay que destruir.
El organismo humano posee una tendencia natural a crecer, de modo biológico, psicológico e incluso espiritual. La naturaleza de la vida es el crecer.
Hoy en día cualquiera puede estudiar cualquier cosa.
Con las mejoras en la comunicación y el transporte, el mundo se está haciendo cada vez más pequeño. Todas las religiones, incluso todas las sectas, son cada vez más fáciles de encontrar por todas partes. La religión es el proceso de evolución y desarrollo del individuo.
Llegamos a entender que todos los tipos de arte, todos los tipos de religión, son medios para la evolución superior de la humanidad.
Un antiguo refrán dice: “siempre se da la oscuridad máxima antes del amanecer”.
La existencia humana tiene muchas facetas que son profundas, misteriosas y difíciles de entender. E
En Antígona de Sófocles: “Maravillas hay muchas, y ninguna más maravillosa que el hombre”.
El misterio de la vida humana siempre ha sido la preocupación más importante de la humanidad.
El cristianismo ve la condición humana en términos de pecado, desobediencia y culpabilidad, mientras el Budismo lo ve más en términos de descuido, inconsciencia e ignorancia.
“La humanidad no puede soportar demasiada realidad”. Esto es verdad no solamente en el momento de la muerte sino también en todos los momentos cuando nos enfrentamos a una verdad que parece ser mucho más que lo que podríamos soportar.
Una persona religiosa es una que pone las experiencias religiosas en el centro de su existencia.
La sabiduría no es suficiente: hace falta la compasión también.
La religión es la vida hacha consciente de su propia tendencia a ascender, a crecer y a desarrollarse.
Es razonable esperar que con algo de esfuerzo los seres humanos crezcan. Pero no lo es el esperar que todos crezcan de la misma forma. Cuando descubrimos algo que es muy útil para nuestro desarrollo espiritual, tendemos a pensar que a todo el mundo debe serle útil también. O al contrario, descubrimos que algo no nos es útil, y por eso nos negamos a reconocer que le es útil a otras personas.
La estupa es uno de los símbolos más ricos y más complejos de todo el budismo.
La palabra estupa es sánscrita y significa literalmente “la cima”; así que se refiere a la coronilla y al techo – la cima de la casa.
Se origina en el túmulo indio, en la práctica prebudista de hacer un montón de tierra sobre las cenizas de los héroes.
Los cinco elementos son los tradicionales: la tierra, el agua, el fuego, el aire y el éter o espacio.
Simbólicamente, ¿Qué quiere decir esto? La respuesta en una palabra es, energía.
Los cinco elementos están asociados con un color: La tierra con el amarillo, el agua con el blanco, el fuego con un rojo vivo, el aire con un bello verde claro, el espacio con el azul.
También los elementos están asociados con formas geométricas: la tierra con el cubo, el agua con la esfera, el fuego con el cono o la pirámide, el aire con la forma de un platillo o cuenco poco profundo, como la cúpula celestial invertida.
El mantra es aquello que protege a la mente, porque protege – y también desarrolla y madura – la mente de la gente que lo recita y que medita sobre su significado. Los mantras son frases usadas para invocar las fuerzas espirituales latentes dentro de nuestras mentes.
Se alimentarán de dos cosas: el gozo de la enseñanza del Buda y el gozo de la meditación.
“La cosa más importante de la vida, la más preciosa del mundo entero es el contacto con nuestro propio y verdadero ser, el contacto entre la superficie del ser y sus profundidades.
Nuestra propia naturaleza es en su esencia pura. Puede quedarse durante la mayor parte de la vida ocultada por varios tipos de pasiones, ignorancia, enfados, prejuicios, etc., pero en cuanto quitemos estas manchas, brilla de nuevo con todo su esplendor. En realidad no ha sido manchada en absoluto.
Uno invoca bendiciones para uno mismo, con la aspiración y el ruego de que sean transformados el cuerpo, el habla y la mente, y de que uno progrese en el camino espiritual.
Se concluye la práctica con la dedicación del mérito. Se dice: Que todos los méritos , todos los beneficios, que he obtenido de esta práctica sean compartidos por todos.
Te comprometes a actuar con compasión por todos los seres.
La medicina Tibetana es una continuación del sistema de la medicina india que se llama “ayurveda”. “Ayur” significa “vida”, y “veda” significa “ciencia”. Así que en la India la medicina se llamaba tradicionalmente “la ciencia de la vida”. La ciencia de cómo vivir de un modo sano, cómo vivir físicamente de la mejor manera.
El Buda dijo en su primer discurso, “Evitad los extremos. No os inflijáis sufrimiento. No practiques ni la indulgencia ni la propia mortificación. Seguid el camino medio”.
Nosotros podemos hacer lo que queramos – podemos practicar cualquier religión – y no siempre apreciamos nuestra suerte. Al no apreciar los derechos que tenemos, llegamos a ser perezosos, incluso indiferentes. No somos siempre conscientes de que bajo ciertas circunstancias podríamos vernos en una situación en la que tendríamos que elegir entre nuestra religión y la muerte.
El mayor cumplido que un padre puede hacer a sus hijos es dejarles hacer sus propios errores y almacenar su propia experiencia.
El momento verdadero de escuchar es cuando hay un silencio absoluto.
Distribución digital: www.libros budistas.com

viernes, 8 de octubre de 2010

Paulo Coelho en Manual del Guerrero de la Luz

Paulo Coelho Manual del Guerrero de la Luz

No necesita que nadie le recuerde la ayuda de los otros, él se acuerda solo y reparte con ellos la recompensa.
No cuenta solamente con sus fuerzas, usa también la energía de su adversario.
Jamás hace trampas; pero sabe distraer a su adversario.
Sabe lo que quiere, y no necesita dar explicaciones.
Tiene fuerzas para vencer las dificultades y seguir adelante.
No existe “mejor” o “peor”; cada uno tiene los dones necesarios para su camino individual.
No me arrepiento de los problemas en que me metí, porque fueron ellos los que me condujeron hasta donde deseé llegar.
“Fui yo quien decidió seguir por aquí”. En esta frase está todo su poder: él escogió la senda por donde camina ahora y no tiene motivo para protestar.
No pierde tiempo criticando las decisiones ajenas.
Por más difícil que sea su objetivo, siempre existe una manera de superar los obstáculos.
Su equipo, compuesto por tres elementos: fe, esperanza y amor.
Es peligroso pedir un consejo. Y mucho más arriesgado darlo.
Necesita amor. El afecto y el cariño forman parte de su naturaleza, tanto como el l beber.
Cuando no se siente feliz ante una puesta de sol es que algo anda mal.
Consigue equilibrar Rigor y Misericordia.
A veces actúa como el agua, y fluye entre los obstáculos que encuentra.
Acepta cada desafío como una oportunidad que se le presenta para transformarse a sí mismo.
Toda la rabia y el coraje de un pájaro son inútiles delante del gato.
En ningún momento procura juzgar.
Nunca tiene prisa.
Caminando despacio, nota la firmeza de sus pasos.
Nunca coge el fruto cuando aun está verde.
Horno abierto no cuece pan.
Presta atención a las pequeñas cosas porque ellas pueden entorpecer mucho cualquier acción.
“El diablo habita en los detalles”.
Sin fe. Pero sigue adelante, y la fe terminará volviendo.
Confía. Porque cree en milagros, los milagros empezarán a suceder. Porque está seguro de que su pensamiento puede cambiar su vida, su vida empieza a cambiar. Porque está convencido de que encontrará el amor, este amor aparece.
Es sabio, no comenta sus derrotas.
Evita ser tomado por sorpresa.
Cada uno cedió un poco, aprendiendo con esto el arte de la negociación.
Jamás lucha con quien no merece el honor del combate.
Es importante confiar en las personas.
Confía en los otros porque, en primer lugar, confía en sí mismo.
El Universo no juzga, conspira a favor de lo que deseamos.
Ver si no está pidiendo nada nocivo para sí mismo.
Desde los tiempos antiguos, celebrar un triunfo forma parte del propio ritual de la vida.
Se beneficia del mejor regalo que la victoria puede aportarle: la confianza.
Celebra hoy su victoria de ayer para tener más fuerzas en la batalla de mañana.
Comparte con los otros lo que sabe del camino. Quien ayuda siempre es ayudado, y tiene que enseñar lo que aprendió.
Prestando atención a las pequeñas cosas, consigue evitar grandes calamidades.
Dice un viejo proverbio árabe: “Dios juzga al árbol por sus frutos, y no por sus raíces”.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Mario Puzo en El Padrino

Mario Puzo El Padrino

Había aprendido el arte de la negociación. Nunca te enfades. No profieras amenaza alguna. Razona con la gente. El arte del razonamiento consistía en desoír todos los insultos, todas las amenazas, algo así como poner la otra mejilla.
Nunca dejes que los que no pertenecen a la Familia sepan lo que realmente piensas.
En ciertas ocasiones, la permisividad es una auténtica fuente de graves problemas.
No te equivoques. Todo es personal. En la vida de un hombre todo es personal. Hasta eso que llaman negocios es personal.
Los grandes hombres no nacen, sino que se hacen.
Cada hombre tiene su destino.
Consideraba que las amenazas eran peligrosísimas y que la ira, si no había sido previamente meditada, era todavía más perjudicial que aquellas.
Todos eran hombres que sabían escuchar.
Así es la vida. Todos podemos contar historias tristes. Yo no pienso hacerlo.
El dolor no le importaba. Consideraba que era algo que podía soportarse perfectamente la mayor parte del tiempo, y estaba convencido de que, en cierto modo, purificaba.
De repente, su vida se había simplificado. Ahora todo convergía en un solo punto, haciendo lo demás indigno de atención.
El padre le explicó que la muchacha era virgen y, por lo tanto, estaba un poco asustada.
La noche de bodas podía ser muy difícil para una muchacha sin experiencia.
Los gallos viejos no pueden saludar al sol.
Su padre, en sus últimos momentos, había dicho: “¡Es tan hermosa la vida!”.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Roberto Goyeneche en su disco Todo Goyeneche

Roberto Goyeneche en su disco Todo Goyeneche

Era más blanda que el agua, que el agua blanda, era más fresca que el río, Naranjo en Flor.
Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamiento… Perfume de Naranjo en Flor, promesas vanas de un amor que se escaparon con el viento.

Cruel en el cartel, la propaganda manda cruel en el cartel, se vende la ilusión, se rifa el corazón… Están tus cosas pero tú no estás. ¡Luché a tu lado, para ti, por Dios, y te perdí!

Tu voz surgió de las sombras como un lejano reproche; tu voz que llora y me nombra mientras más aun se asombran los fantasmas de esta noche.
Mientras fumo forma el humo tu figura y en el aroma del tabaco tu fragancia me conversa de distancias. Mi corazón desgarrado porque no me he perdonado todo el mal que te causé.

Tú compras el carmín, y el pote de rubor, que tiembla en tus mejillas. Tú, que tímida y fatal te arreglas el dolor después de sollozar, sabrás como te amé. Mentiras… Son mentiras tu virtud, tu amor y tu bondad y al fin tu juventud. Mentiras… ¡Te maquillaste el corazón!

Decí, por Dios, ¡que me as dao, que estoy tan cambiao, no se más quién soy! El malevaje extrañao, me mira sin comprender… me ve perdiendo el cartel del guapo que ayer brillaba en la acción. Te vi pasar tangueando altanera con un compás tan hondo y sensual que no fue más que verte y perder la fe, el coraje, el ansia ‘e guapear. No me has dejao ni el pucho en la oreja.

Nos encontramos, tú y yo, y a conversar nos detuvimos. Un algo raro tenías cuando callabas, cuando reías… La luz de un fósforo fue nuestro amor pasajero. Duró tan poco… Lo sé… Como el fulgor que da un lucero… La luz de un fósforo fue, nada más, nuestro idilio, otra ilusión que se va del corazón y que no vuelve más.

Un pedazo de barrio, allá en Pompeya, durmiéndose al costado del terraplén. Un ladrido de perros a la luna. El amor escondido en un portón. Y los sapos redoblando en la laguna y a lo lejos la voz del bandoneón. Barrio de tango, luna y misterio. Barrio de tango, ¡desde el recuerdo te vuelvo a ver!

Me torturé sin ti y entonces te busqué por los caminos del recuerdo. Y fuiste tú la que alegró mi soledad, quien transformó en locura mi pasión y mi ternura y en horror mis horas mansas. Tú… mi tango triste fuiste tú y nadie existe más que tú en mi destino...

¡Chau, no va más!... Es la ley de la vida… ¡Chau, no va más! Ya gastamos las balas y el fusil. Te enseñé como tiembla la piel cuando nace el amor. ¡Chau, no va más!... Simplemente, la vida seguirá, pero nada regresa al ayer, ¡Tenés que seguir!... Vivir es cambiar, en cualquier foto vieja lo verás. ¡Chau, no va más!... Lo nuestro no fue ni ganar ni perder, ¡Fue tan solo la vida, no más!

Un día más, un año más, que estoy perdido en la neblina… Mimi Pinzón, yo te encontré después en mi destino… ¡Que cortos fueron los caminos de los sueños y que vanos los empeños, por salvarte de la muerte! Sigue la nieve castigando el ventanal, y yo con esta soledad… Mimi Pinzón, aun te busco por las calles de París… Un año más que tu no estás, y nuevamente la neblina trae recuerdos de mis noches parisinas, y en el recuerdo, nuevamente, vuelves tu… Estás en mi, te vuelvo a ver…

Como un fantasma gris llegó el hastío hasta tu corazón, que aun era mío. Si grande fue tu amor cuando viniste más grande fue el dolor cuando te fuiste… Triste tañido de las campanas doblando en mi soledad… Cada vez que me recuerdes la noche amiga me lo dirá y donde el cielo y el mar se pierden ¡Cuantas estrellas me alumbrarán! Cada vez que me recuerdes tu pensamiento me besará. Mi corazón se fue tras de tus pasos… ¡El pobre estaba ya hecho pedazos!

¡Soy una canción desesperada..! Por tu amor, mi fe desorientada se hundió, destrozando mi corazón. ¿Dónde estaba Dios cuando te fuiste? ¿Donde estaba el sol que no te vio? ¡Soy una canción desesperada que grita su dolor y su traición…!

¡Niebla del Riachuelo!... Amarrado al recuerdo yo sigo esperando… ¡Niebla del Riachuelo!...
De ese amor, para siempre, me vas alejando… Nunca más volvió, nunca más la vi, nunca más su voz nombró mi nombre junto a mí… Esa misma voz que dijo: “¡Adiós!”. Llueve sobre el puerto, mientras tanto mi canción; llueve lentamente sobre tu desolación… Anclas que ya nunca, nunca más, han de levar. Niebla del riachuelo, amarrado al recuerdo yo sigo esperando.

Tengo el corazón hecho pedazos, rota mi emoción en este día… Noches y más noches sin descanso y esta desazón del alma mía… ¡Cuantos, cuantos años han pasado, grises mis cabellos y mi vida. Más frágil que el cristal fue mi amor junto a ti… cristal tu corazón, tu mirar, tu reír… Tus sueños y mi voz y nuestra timidez temblando suavemente en tu balcón… Ya nunca volveré, lo se, lo se bien, ¡Nunca más! Tal vez me esperarás, junto a Dios, ¡Más allá! Solo, siempre solo, con mi espíritu amarrado a nuestra juventud…

Mademoiselle Ivonne era la papusa del Barrio Latino que supo a los puntos del verso inspirar… Pero fue que un día llegó un argentino y a la francesita la hizo suspirar. Madame Ivonne, la Cruz del Sur fue como el signo, Madame Ivonne, fue como el signo de tu suerte… Alondra gris, tu dolor me conmueve, tu pena es de nieve… Han pasado diez años que zarpó de Francia, Mademoiselle Ivonne hoy solo es Madame… Ya no es la papusa del Barrio Latino, ya nada le queda…

Bandoneón arrabalero viejo fuelle desinflado, te encontré como un pebete que la madre abandonó. A la luz de un farolito que de noche te alumbró. Bandoneón porque ves que estoy triste y cantar ya no puedo, vos sabés que yo llevo en el alma marcao un dolor.

¡Corazón! En aquella noche larga maduró la fruta amarga de esta enorme soledad. Eras la luz del sol y la canción feliz y la llovizna gris en mi ventana. Eras remanso fiel y duende soñador y jazminero en flor y eras mañana. Cálido arrullo de la paloma. Ya no serás jamás aroma de rosal, frescor de manantial en mi destino. Solo serás la voz que me haga recordar que en un instante atroz te hice llorar.

Lástima, bandoneón, mi corazón tu ronca maldición maleva… ¡Ya se, no me digás! ¡Tenés razón! La vida es una herida absurda, y es todo tan fugaz que es una curda, ¡Nada más! Mi confesión. Contame tu condena, decime tu fracaso.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Stephen King en Mientras escribo (On Writing)

Stephen King Mientras escribo (On Writing)

Escribir una historia es contársela uno mismo. Cuando reescribes, lo principal es quitar todo lo que no sea la historia.
San Agustín: “Señor, hazme casto… pero no todavía.”
Pensaba: ¿Para esto he nacido? No puede ser. Luego me decía: Media humanidad piensa lo mismo.
De haber dispuesto de una hora más al día seguro que habría acabado vendiendo algo, pero sólo tenía las veinticuatro de siempre.
Escribir es una labor solitaria, y conviene tener a alguien que crea en ti.
La vida no está al servicio del arte sino al revés.
Leer en la cama puede ser paradisíaco.
No hay que abordar la página en blanco a la ligera.
El pan del escritor es el vocabulario.
La primera regla del vocabulario es usar la primera palabra que se te haya ocurrido siempre y cuando sea adecuada y dé vida a la frase.
Los verbos pueden conjugarse en dos voces, activa y pasiva. El sujeto de una frase con el verbo en voz activa hace algo, mientras que al de una frase con el verbo en voz pasiva le están haciendo algo. El sujeto no interviene. Te recomiendo evitar la voz pasiva. Y no soy el único en decirlo.
La reunión ha sido programada para las siete. La reunión es a las siete.
Siempre hay que pensar primero en el lector.
Leer significa pasar un buen rato.
Si no te diviertes no sirve.
Cuando descubres que estás dotado para algo lo haces, porque tú, creador te sientes feliz.
Me gusta hacer diez páginas al día, es decir, dos mil palabras.
La mayoría trabajamos mejor en casa.
Cualquier escritor hará bien en eliminar las distracciones.
Escribir es crearse un mundo propio.
Quédate callado y escucha a los demás.
A menudo nos dan información que sería mejor obviar.
Casi todas las situaciones interesantes pueden exponerse mediante una pregunta en condicional.
¿Y si una mujer se quedara encerrada en un coche averiado con su hijo pequeño por culpa de un perro rabioso?
A describir se aprende.
Sólo aprenderás practicando.
Concedo más importancia al escenario y el ambiente que a la descripción de personajes.
Lo esencial no es el marco, sino la historia.
Una persona tiene que ser consciente de sus límites.
Cuando el diálogo es bueno, el lector se da cuenta.
Sólo hay dos secretos: prestar atención a lo que hace la gente que te rodea y contar la verdad de lo que has visto.
Una vez que tengas escrito el núcleo de la historia es necesario que te plantees su significado y enriquezcas las versiones sucesivas con tus conclusiones que hacen que los relatos que escribes sean tuyos y de nadie más.
Mantén constante la presión. No la diluyas exponiendo lo escrito a la duda, el elogio o las preguntas, aunque sean bienintencionadas.
El único que hace todo bien a la primera es Dios.
Busco lo que he querido decir, porque en la segunda redacción añadiré escenas e incidentes que refuercen el sentido.
Todas las novelas son cartas a una persona.
Novelas de ritmo rápido: Wilbur Smith.
Como lector me interesa más lo que va a suceder que lo que ya ha sucedido.
La mejor manera de aprender es leyendo y escribiendo mucho y las clases más valiosas son las que se da uno mismo.
Yo siempre estoy a favor de disfrutar como un cosaco.
Helen Santmyer vio publicado “And Ladies of the Club” estando en una residencia de ancianos.
Ocurrió una de esas cosas que, como suele decirse, te cambian la vida.
Ha sido un pequeño acto de fe, como escupirle a la cara a la desesperación.
Como un anciano decrépito cruzando un río por un zigzag de piedras mojadas.
El milagro cotidiano que entraña la tentativa de crear algo.
Escribir tiene el mismo efecto de siempre: hacer de mi vida un lugar más luminoso y agradable.
El escribir trata de enriquecer las vidas de las personas que leen lo que haces y al mismo tiempo enriquecer la tuya. Es levantarse, recuperarse y superar lo malo. Ser feliz, vaya. Ser feliz.
Un permiso: tú puedes hacerlo, debes hacerlo y, si tienes la valentía de empezar, lo harás.
Escribir es mágico: es, en la misma medida que cualquier otra arte de creación, el agua de la vida. Bebe y sacia tu sed.

martes, 21 de septiembre de 2010

Stephen King en La Chica que amaba a Tom Gordon

Stephen King La Chica que amaba a Tom Gordon

Trisha nunca se había sentido menos bendecida en toda su vida.
Los truenos empezaron a alejarse hacia el este, como un bravucón vencido pero todavía fanfarrón.
Tenían un dicho para todo: tieso como un palo, contento como unas pascuas, vivaracho como una ardilla, sordo como una tapia, oscuro como boca de lobo, muerto como…
Por otra parte (“Siempre está la otra parte”, le había dicho en una ocasión su padre).
Descubrió lo que miles, tal vez millones de hombres y mujeres habían descubierto antes que ella: cuando la cosa se pone fea, es demasiado tarde para volver atrás.
Hay un momento en que la gente abandonada a sus propios medios deja de vivir y se limita a sobrevivir.
Si es necesario te acostumbras a cualquier cosa.
Lo bueno siempre tarda en suceder.
¡No se porqué hemos de pagar por nuestras equivocaciones! Probablemente porque sí.
La idea es lo que cuenta.
Sobre su cabeza brillaban miles de estrellas. Miles, ni una más ni una menos.
Cuando quiera tu opinión, golpearé los barrotes de tu jaula.
El avión había descendido hacia el aeropuerto a través de capas de nubes y evolucionaba con tanta cautela como una vieja gorda que paseara por una acera donde se hubiera formado escarcha.
Algunos días te comes el oso, y otros días el oso te come a ti.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Stephen King en Carrie

Stephen King Carrie

La gente no mejora, solo se hace más lista.
La mente masculina espera muy poco de los miembros de su mismo sexo en lo que se refiere a altruismo.
El agudo cacareo quedó flotando en la perfumada oscuridad que temblaba al borde del verano.
El crepúsculo resplandecía a su alrededor, y los edificios conspiraban sobre las aguas.
Había una sonrisa dibujada en su rostro, una sonrisa enorme, espantosa, casi siniestra, una sonrisa que flotaba ausente en la llameante oscuridad como un esquivo rasgo de locura.
El campo, que empezaba a llenar baches con místicos charcos de niebla.

martes, 14 de septiembre de 2010

Jiddu Krishnamurti

Jiddu Krishnamurti

-Sin la meditación la vida carece de perfume, de amor.

-Solo cuando la mente esta libre de ideas y creencias puede actuar correctamente.

-No se comprende primero y luego actúa. Cuando comprendemos, esa compresión absoluta es la acción.

-Conoceremos el estado del amor solo cuando los celos, la envidia, la posesión y el dominio terminen. Mientras haya posesividad, no hay amor.

-Solo si escuchamos podremos aprender. Y escuchar es un acto de silencio; solo una mente serena pero extraordinariamente activa puede aprender.

-Ten cuidado con el hombre que dice que sabe.

-Si posees claridad, si eres una luz interna para ti mismo, nunca seguirás a nadie.

-La sabiduría no ejerce ninguna autoridad, y aquellos que ejercen la autoridad no son sabios.

-La búsqueda se convierte en otra huida de lo que realmente somos.

-Solamente el individuo que no se encuentra atrapado en la sociedad puede influir en ella de manera fundamental.

-La verdad es la que libera, no el esfuerzo por ser libre

-La realidad es lo que somos, lo que hacemos, lo que pensamos y la creencia en dios es simplemente una huida de nuestra vida monótona, estúpida y cruel.

-¿Ha notado usted que la inspiración llega cuando no la esta buscando? Llega cuando toda expectativa se detiene, cuando la mente y el corazón se tranquilizan.

-Ningún libro es sagrado, lo puedo asegurar, igual que el periódico, son solo palabras impresas en papel, y tampoco en ellas hay nada sagrado.

-El miedo corrompe la inteligencia y es una de las causas de la egolatría

-No te pierdas ni te confundas en las organizaciones, permanece solo y sencillo.

-La sabiduría no es una acumulación de recuerdos, sino una suprema vulnerabilidad a lo verdadero

-Cuando no hay amor en nuestro corazón, solo nos queda una cosa: el placer; y ese placer es el sexo, por lo tanto este se convierte en un enorme problema.

-La tradición incapacita y entorpece la mente de manera inevitable.

-Por la esperanza del mañana sacrificamos el hoy, sin embargo la felicidad siempre esta en el ahora.

Cuando la mente está completamente silenciosa, tanto en los niveles superficiales como en los profundos, lo desconocido, lo inconmensurable puede revelarse.

Entre dos soluciones, opta siempre por la más generosa.

Pensar: Proceso de supervivencia, condicionante. Para sobrevivir, nos vemos forzados a pensar.

Sembrando trigo una vez, cosecharás una vez. Plantando un árbol, cosecharás diez veces. Instruyendo al pueblo, cosecharás cien veces.

La religión de todos los hombres debe de ser la de creer en sí mismos.

Por intensa que sea la tormenta el espíritu ha de permanecer impasible.

Haced lo que teméis y el temor morirá.

Cada quien cree en lo que quiere creer, por eso es mejor creer en lo que nos hace bien.

Lo decisivo para traer paz al mundo es vuestra conducta diaria.

La libertad consiste en reconocer los límites.

De la inteligencia depende todo. Si usted no es inteligente, no es un gran creador. Así pues, si a la inteligencia se le infunde energía, si se la mantiene viva, ella siempre actuará como médium de la inspiración.

El mundo en la actualidad es la expresión de una vida esclavizada. Desde mi punto de vista las creencias, las religiones, los dogmas y los credos no tienen relación ninguna con la vida, y, por consiguiente, relación ninguna con la verdad.

¿Qué significa vivir con la muerte? ¿Qué significa no poseer nada? Usted puede tener dinero, esposa e hijos, pero no aferrarse queriendo que todo esto continúe. La muerte significa que usted no retiene nada. ¿Puede uno vivir en este mundo de manera que el vivir y el morir estén juntos? Eso significa vivir y morir cada día.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Stephen King en El Resplandor

Stephen King El Resplandor

Discutir es disputar, pero por gusto.
Un hombre tiene que aprovechar lo que encuentra, especialmente cuando ya van pasando los años.
Dios santo, que bien le vendría un trago. O mil.
Se daba cuenta del paso del tiempo por el alargamiento de las sombras y por ese dejo dorado que empezaba a teñir la luz de la tarde.
Parecía mejor estar solo para esperar cualquier cosa que pudiera suceder.
Del radiador brotaba la voz soñolienta del vapor de agua.
El valle mismo que se perdía, pendiente abajo, en la brillante bruma azul de la tarde.
Tendido al sol como una larga serpiente negra que hubiera decidido echarse una siestecita, estaba el camino.
A veces, las preguntas podían meterle a uno en un montón de líos. Ya le había sucedido antes.
Cerraron firmemente la puerta tras ellos para no dejar entrar el incesante gemido del viento.
Con el corazón en la boca como un bloque de hielo ardiente.
El sabor del pánico en la boca, como un jugo amargo.
Afuera oía los gemidos y lamentos de la tormenta, como si se le ahogaran en la oscura garganta llena de nieve.
Hay libros que no se deben abrir.
Sí, creía que sí, contestó a través de un bocado de salchichón y queso.
Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio, entonces cuando quieres algo sabes donde lo tienes.
Algo así como residuos de los sentimientos de las personas que han estado aquí.
En una oleada hosca y gris, el resentimiento le cerró la garganta.
Detrás de la frente sentía el pánico como una rata que lo roía desde dentro, retorciéndose.
El aire le silbaba al entrar y salir de la garganta, seca como un vidrio.
Todos los momentos eran un momento.
Morir era una parte de la vida.
La expresión del otro se hacía cada vez más rígida, como si tuviera una espina de pescado atravesada en la garganta.
La caldera crujía y gemía como una vieja que trata de levantarse de la cama.
Un hijo desagradecido es peor que la mordedura de una serpiente.
Una fría luz matinal, de mañana de invierno.
Con una risa temblorosa, como encogida.
El sacó un cigarrillo, le dio unos golpecitos y después lo encendió. El humo se fue deshilachando perezosamente en la tarde soleada.
La forma en que deberían ser las cosas y la forma en que son rara vez coinciden. El mundo es un lugar difícil. Un lugar que se desentiende. No nos odia, ni a ti ni a mí, pero tampoco nos ama.

lunes, 23 de agosto de 2010

Stephen King seudónimo Richard Bachman Rabia

Stephen King seudónimo Richard Bachman Rabia

Es magnífico ver a alguien llevarse los aplausos.
En las ciudades pequeñas siempre hay mentes estrechas dispuestas a pensar que, de tal madre, tal hija.
La locura es sólo cuestión de medida, y hay mucha gente, aparte de mí, que siente el impulso de hacer rodar cabezas.
Para expresar el horror y la indignación que le había provocado aquel desgarrón en el tejido de su universo.
Había ofendido a la especie de murciélago albino que pudiera tener por alma.
Despiertas como botones de hotel.
Con la vista clavada en mí, como hacen los lagartos.
Pasa de una vida aburrida que parece un sueño a participar en un suceso abrumador, sobrecargado de realidad, y el cerebro se niega a adaptarse a la nueva situación; lo único que cabe hacer es continuar en caída libre y confiar en que, tarde o temprano, se abrirá el paracaídas.
Me dedicó una extraña sonrisa que me hace pensar si estaba preguntándose cómo sabría mi carne.
Era una chica lista como una ardilla.
Todo el que mata a otro está loco.
Si supiera qué me ha impulsado a esto, probablemente no lo habría hecho.
Escriben a los viejos amigos con la menor frecuencia posible.
Como si alguien hubiera soltado una carga de profundidad en su cerebro y hubiese provocado en algún viejo barco hundido una prolongada y siniestra vibración psíquica.
Las sombras de las ramas semejaban grandes dedos que se movían.
Me odiaba por mi propio bien.
El precio de la sinceridad siempre es muy elevado.
Era una de esas mujeres cuyas manos resultan más expresivas que sus palabras.
Sonriendo como si no existiera el mañana.
Recogiendo chismes como los sapos capturan moscas.
Con una sonrisa permanente como una rodaja de limón.
Cuando te haces daño a los cinco años, lo anuncias al mundo con gran alboroto, a los diez, lloriqueas, pero cuando cumples los quince empiezas a tragarte las manzanas envenenadas que crecen en tu árbol del dolor.

martes, 10 de agosto de 2010

R. T. Kiyosaki con ... en Secretos para el éxito

Robert T. Kiyosaki con Sharon I. Lechter Lo mejor de Secretos para el éxito

Uno se convierte en lo que estudia.
La principal causa de las dificultades financieras son el miedo y la ignorancia.
Construir tu propio negocio es la mejor forma de hacerte rico.
Lo que hagas después del trabajo con tu salario y tu tiempo libre determinará tu futuro.
Tener una visión, tener un sueño. Visión es lo que ves con tu mente.
No existen límites para lo que puedes hacer si crees en ti mismo. Si quieres hacer algo y crees que puedes hacerlo, lo más probable es que lo realices.
Lo que piensas que es verdad se convierte en tu realidad.
Anota tus sueños. Luego, coméntalos con alguien que te apoye para alcanzarlos.
Las seis personas con quienes pasas más tiempo son tu futuro.
El fracaso es parte del proceso del éxito. La gente que evita el fracaso también evita el éxito.
No es el más inteligente quien va adelante, sino el que se atreve.
Aunque Dios nos haya dado talentos, de nosotros depende desarrollarlos.
Asombra lo poco que gana la gente talentosa.
Las habilidades de comunicación, como leer, escribir, hablar, escuchar y negociar son fundamentales para una vida exitosa.
Nos hacemos más fuertes enfrentando los desafíos de la vida.
Conocer cuales son nuestras fortalezas constituye un paso hacia el éxito.
Escuchar es más importante que hablar.
Muchas personas discuten en lugar de preguntar.
En el mundo actual, que cambia velozmente lo que importa es cuan rápido aprendes.
Para recibir dinero es necesario darlo.
Los ahorros se utilizan sólo para crear dinero, no para pagar cuentas.
Lo importante es seleccionar cuidadosamente un asesor financiero.
Siempre que sientas la carencia o la necesidad de algo, da primero lo que deseas y te será devuelto en grandes cantidades. Esto es verdadero en lo que se refiere al dinero, a una sonrisa, al amor, a la amistad… Simplemente confío en que el principio de reciprocidad es verdadero y doy lo que deseo.

Thomas Harris en El silencio de los inocentes

Thomas Harris El silencio de los inocentes

Iba aseado pero deslucido, como si estuviera mudando el plumaje.
Siempre hacía las preguntas como si las respuestas no importasen.
El coche nunca había tenido permiso de circulación y por lo tanto no se usaba.
En la funeraria estaba a punto de celebrarse un entierro. Los asistentes, campesinos endomingados con sus mejores galas hacían cola en la acera.
No hacía el frío suficiente para que les humeara el aliento.
¿Qué puedo hacer, qué puedo hacer en este mismo instante?
Atenta como una lagartija.

domingo, 8 de agosto de 2010

Thomas Harris en Hannibal Cannibal

Thomas Harris Hannibal Cannibal

El gusano que te corroe es la tentación de dar la razón a tus críticos, de querer obtener su aprobación.
Escrutó el rostro de su superior en busca de alguno de los signos de la demencia temporal que suele asaltar a los jubilados en ciernes.
En las personas una cualidad no anula a la otra. Pueden coexistir unas con otras, las buenas con las terribles.
El campanario clavándose en el cielo negro.
El sonido de una guitarra tocada con más entusiasmo que arte.
Estaba acostumbrado a esperar.
Seguía aferrándolo con la tenacidad del “rigor mortis”.
No puedo menospreciar a un hombre lo bastante loco como para decir la verdad.
Con la desfachatez de los que no tienen nada que perder.
El mundo es más interesante contigo dentro.
Cuando el lobo oye balar a la oveja herida, llega corriendo pero no para ayudarla.
Está más sola que la una.
Nunca podemos quedarnos. Nadie puede quedarse donde le gustaría.
Sabía que era peligroso conseguir exactamente lo que se desea.
Pataleó en sueños como hacen los perros.
Demasiado era demasiado, pero más que demasiado estaba bien.

sábado, 31 de julio de 2010

Luis Rojas Marcos en Superar la adversidad

Luis Rojas Marcos en Superar la adversidad. El poder de la resiliencia (Espasa Libros, 2010)
Conversar con uno mismo tiene muchas ventajas, según afirman especialistas en salud mental. Es un desahogo y rebaja la tensión emocional. Poner palabras a los sentimientos, con público o sin él, ayuda a sacarlos de la cabeza.
Si a alguien le pillan hablando solo, lo más normal es que se invente una excusa. Por ejemplo, "estaba pensando en voz alta". Es raro que alguna persona reconozca que mantiene encendidos diálogos con el espejo del baño o que consigue resolver importantes cuestiones después de explicarse a sí mismo en voz alta una y otra vez el asunto en cuestión.
Socialmente no está aceptado hablar solo. Todavía se asocia con algunos trastornos mentales.
Pero la gente sana que habla sola está muy cuerda. Al menos eso dice el psiquiatra Luis Rojas Marcos. En su último libro, Superar la adversidad. El poder de la resiliencia (Espasa Libros, 2010), apunta que "hablar con amigos, con una planta, con un gato o con uno mismo es uno de los factores que ayudan a superar una situación de crisis".
Hablar con uno mismo en voz alta también es útil para pensar mejor y tomar decisiones. "Para mucha gente es una forma de rebajar la intensidad emocional, un desahogo. Las ventajas son enormes", comenta el psiquiatra.
"Soy la única que me entiendo perfectamente a mí misma".
Rojas Marcos afirma: "Es bueno antropomorfizar a los animales y a las plantas, los efectos son similares a comunicarte con un ser humano". Para el psiquiatra, la gran ventaja de hablar, solo o con público, es que "al poner palabras a los sentimientos, los sacas de tu cabeza, haces tu versión de los hechos y cuentas tu historia".
"Los sentimientos que no tienen palabras se acumulan en la memoria emocional. Por ejemplo, las imágenes y los olores de una situación de terror se quedan en la memoria emocional y sólo convirtiéndolas en palabras pasan a la memoria verbal. Lo más sano es pasar lo que se acumula de la memoria emocional a la verbal."
Hablar solo no es un síntoma de soledad o de no tener amigos. Para mucha gente es una manera de organizar o aclarar las ideas.
La otra cara del diálogo sin fin con uno mismo es menos amable. "Es beneficioso hablar de cosas que han ocurrido en el presente, pero hablar compulsivamente y sin control de algo pasado no ayuda a pasar página", dice Rojas Marcos.
Hay que hablar del pasado sólo cuando es útil.
El psiquiatra Jesús de la Gándara opina que no parar de hablar de algo pasado "aumenta la permanencia de los problemas en la conciencia, causa fatiga emocional e impide avanzar".
La cháchara compulsiva sobre un tema contribuye al fenómeno que los psiquiatras llaman mood amplification , es decir, la amplificación de los estados de ánimo negativos. Una de las terapias psicológicas más de moda en Occidente, el mindfulness , que consiste en eliminar la dispersión mental y concentrarse en disfrutar el presente, aboga por poner en práctica "el olvido voluntario".
Isabel Larraburu dice cómo hacerlo en su libro Atención plena (Temas de Hoy, 2009). Para conseguirlo conviene "dejar de recrear los malos recuerdos mediante conversaciones de modo que vayan cayendo en desuso, y no rememorar los detalles para que no se fijen en la memoria a largo plazo".
Sin embargo, la gente sigue con necesidad de contar su vida. "Probablemente se hable mucho, pero no lo suficiente de las cosas importantes", opina Rojas Marcos. ( www.luisrojasmarcos.com )
De niños o de adultos, todos tenemos soliloquios. Se estima que estas reflexiones en voz alta sin interlocutor suponen entre el 20 y el 60% de los comentarios que hacen los niños entre los cuatro y los diez años.
Cuando nos hacemos mayores, seguimos contándonos una receta mientras cocinamos, repetimos un número de teléfono para memorizarlo o nos animamos frente al espejo con esa conversación/discusión que tenemos que tener de una vez con el jefe.

domingo, 18 de julio de 2010

Thomas Harris en Dragón Rojo

Thomas Harris Dragón Rojo

Las manchas de sangre parecieron insultarlo desde las paredes, el colchón y el piso. El mismo aire parecía salpicado de alaridos. Se sintió acobardado por el ruido de ese silencioso cuarto repleto de manchas oscuras.
No existían divisiones categóricas en su mente. Lo que veía y aprendía influía en todo lo que ya sabía.
El orden desesperante de una pareja que envejece y ve que sus vidas comienzan a borronearse.
Sus ojos estaban inexpresivos, como los de un pescado en el mercado al final del día.
Qué difícil es tener algo. Difícil conseguirlo, complicado conservarlo. Este es un planeta terriblemente resbaloso.
El médico percibió una inteligencia fría como una mesa de rayos X.
El domingo y el lunes transcurrieron a un curioso ritmo. Los minutos eran eternos y las horas parecían volar.
Fue la primera vez que le mintió realmente y al hacerlo se sintió tan asqueroso como un billete viejo.
Avanza zigzagueando desde una mesa hasta la cama bajo cuya almohada se oculta el sueño.
Se mueve lenta y suavemente, transportando su concentración como una taza llena.
La niña observa cuidadosamente a su madre, como si estuviera estudiándose a ella misma en un futuro.
Sabía que tener fe en cualquier clase de justicia natural era una quimera.
No le gustaba que un hombre entrara y saliera de su cama como si estuviera robando pollos.

martes, 13 de julio de 2010

Gabriel García Márquez en Vivir para contarla

Gabriel García Márquez Vivir para contarla 2002

La vida no es lo que uno vivió,
Sino lo que uno recuerda y
Cómo la recuerda para contarla.

Hasta la adolescencia, la memoria tiene más interés en el futuro que en el pasado.
Desayunábamos tajadas fritas de plátano verde.
Yo sabía lo que pensaba de cada uno por los cambios de su silencio.
En comparación con lo que fue en otro tiempo era un fantasma de sí mismo.
La nostalgia, como siempre, había borrado los malos recuerdos y magnificado los buenos.
Se sentó en la hamaca con una fatiga de mueble antiguo.
Médico soy, y aquí me tiene usted, sin saber cuántos de mis enfermos se han muerto por la voluntad de Dios y cuántos por mis medicinas.
Nada se comía en casa que no estuviera sazonado en el caldo de las añoranzas.
Nunca he olvidado la frase casi ritual de la abuela al entrar a la cocina: “Hay que hacer de todo, porque no se sabe qué les gustará a los que vengan”.
El abuelo lo previno en serio con su frase célebre: “Usted no sabe lo que pesa un muerto”.
Su grito de guerra contra la fatalidad: -¡Ave María Purísima!
Las cosas que contaban les parecían tan enormes que las creían mentiras, sin pensar que la mayoría eran ciertas de otro modo.
Mi abuelo me sacó de dudas con una frase terminal: -El era distinto.
El diccionario habría de ser el libro fundamental en mi carrera de escritor.
Los ojos de aguas mansas que nos miraban como si estuvieran vivos. Ese pavor de ser visto desde la muerte me estremeció durante años.
Con una devoción de perro sin dueño.
Rilke había dicho: “Si usted cree que es capaz de vivir sin escribir, no escriba”.
Podíamos perder la paciencia, pero nunca el sentido del humor.
El sabio tenía la vocación congénita de no entenderse con la vida práctica.
Esa noche se acostó sin despedirse de nadie, sin enfermedad ni dolor algunos, y se echó a morir en su mejor estado de salud.
Su problema con la realidad era insoluble.
Sólo deberían leerse los libros que nos fuerzan a releerlos.
Las veía pasar como nubes en el agua.
Me trataron como a alguien que siempre llegaba para irse.
Con carrozas de lujo y caballos engringolados de terciopelo y morriones de plumones negros, con cadáveres de buenas familias que se comportaban como los inventores de la muerte.
Que manejaba con la maestría y el arte de un domador de focas.
La única diferencia era que los liberales iban a la misa de cinco para que no los vieran y los conservadores a la misa de ocho para que los creyeran creyentes.
Tampoco renunció nunca a su carrera de soltero insobornable.
Tenía un instinto propio para presentir los puntos álgidos de cada materia, y casi adivinar los que más interesaban a los maestros para no estudiar el resto.
Había escampado, y las estrellas no cabían en el cielo.
Los cariños descomedidos, los miedos irracionales y las esperanzas alegres de los padres.
Sólo ahora, cuando ya pasé por todas las edades que mi padre tuvo en su larga vida, he empezado a verme en el espejo mucho más parecido a él que a mi mismo.
Nadie nos presentó. Unos porque no nos conocían y otros porque no les parecía posible que no nos conociéramos.
Si la poesía no sirve para apresurarme la sangre, para abrirme de repente ventanas sobre lo misterioso, para ayudarme a descubrir el mundo, para acompañar a este desolado corazón en la soledad y en el amor, en la fiesta y en el desamor, ¿para qué me sirve la poesía?
Bautizada por la desmesura bogotana como la mejor esquina del mundo.
Unas ráfagas de ansiedad que me hacían sentir ajeno a mi propio pellejo.
Apenas si uno había acabado de hacer algo cuando ya se perfilaba alguien que amenazaba con hacerlo mejor.
No estaba a gusto dentro de mi pellejo.
Sin darnos cuenta todavía de que aquel desastre colosal no tendría días siguientes.
Dijo la frase histórica que al parecer no dijo nunca, pero queda como suya por siempre jamás: “Para la democracia vale más un presidente muerto que un presidente fugitivo”.
Siempre supo ser lo que quiso: un sabio en la penumbra.
Hoy no encuentro aquellos días en mis recuerdos, y he terminado por creerle más al olvido que a la memoria.
Sólo conservaba los libros que debían leerse para vivir sin remordimientos.
Coplas de don Jorge Manrique a la muerte de su padre. <<<
Estaba segura de que Dios, con su sabiduría infinita, resolvería el problema del mejor modo posible.
Un hombre impresionante que ya parecía ser el fantasma de sí mismo.
Me habían prohibido fumar, pero fumaba en el baño, como escondido de mí mismo.
Yo los sometía a un proceso de simplificación. Consistía en ahorrar espacio por la eliminación no sólo de las palabras inútiles sino también de los hechos superfluos, hasta dejarlos en la pura esencia sin afectar su poder de convicción. Este fue un ejercicio de los más útiles para aprender la técnica de contar un cuento.
Como dijo Germán: empecé a mejorar para mal.
Una región donde lo más natural es lo asombroso.
Cumplió con el deber moral de decirme lo que pensaba.
Un sentido del humor que lo consagró como un maestro del chiste instantáneo, y le permitió ser feliz por el solo hecho de estar vivo.
Para celebrar el nuevo día todos los días.
En nuestra casa, donde lo más insólito parecía siempre posible.
Hasta la realidad se equivoca cuando la literatura es mala –dijo muerto de risa.
Es como haberse muerto con los muertos- dijo una mujer que llevaba una rosa roja. Entonces Pablo debió sentirse autorizado para torcerle el cuello a su pena pues sin decir una palabra entró en su casa y salió con el acordeón.
Con su estilo entre broma y de veras me dijo entonces algo que no olvidé nunca: “Es que la credibilidad, mi querido maestro, depende mucho de la cara que uno ponga para contarlo”.
Conservó el secreto de ser niño hasta su más tierna vejez.
Seis empleados metódicos, cubiertos por el óxido de la rutina.
No nos fue posible encontrar otra historia como aquella, porque no era de las que se inventan en el papel. Las inventa la vida, y casi siempre a golpes.
Nos sentíamos cada vez más lejos del milagro, hasta que pasó tanto tiempo que no nos quedó ni la ilusión.

martes, 29 de junio de 2010

Jorge Manrique a la muerte de su padre

Jorge Manrique
(1440-1479)

Coplas por la muerte de su padre

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte 5
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer, 10
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar 20
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.

son iguales
los que viven por sus manos 35
y los ricos.

Invocación:

A Aquél sólo me encomiendo,
Aquél sólo invoco yo
de verdad, 45
que en este mundo viviendo
el mundo no conoció
su deidad.

Este mundo es el camino
para el otro, que es morada 50
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.

Partimos cuando nacemos, 55
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos.

Este mundo bueno fue
si bien usáramos de él
como debemos.

Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y corremos.


Los placeres y dulzores
de esta vida trabajada
que tenemos, 135
no son sino corredores,
y la muerte, la celada
en que caemos.
No mirando nuestro daño,
corremos a rienda suelta 140
sin parar;
desque vemos el engaño
y queremos dar la vuelta,
no hay lugar.

A papas y emperadores
y prelados, 165
así los trata la muerte
como a los pobres pastores
de ganados.

Las dádivas desmedidas,
los jaeces, los caballos
de sus gentes y atavíos
tan sobrados, 225
¿dónde iremos a buscarlos?
¿qué fueron sino rocíos
de los prados?

Aquél de buenos abrigo,
amado por virtuoso 290
de la gente,
sus hechos grandes y claros 295
no cumple que los alabe,
pues los vieron,
ni los quiero hacer caros
pues que el mundo todo sabe
cuáles fueron. 300

Amigo de sus amigos,
¡qué señor para criados
y parientes!

Estas sus viejas historias
que con su brazo pintó
en juventud,
con otras nuevas victorias
ahora las renovó 365
en senectud.
Por su grande habilidad,
por méritos y ancianía
bien gastada,
alcanzó la dignidad. 370

Después de puesta la vida 385
tantas veces por su ley
al tablero;
vino la muerte a llamar 395
a su puerta.

No se os haga tan amarga
la batalla temerosa 410
que esperáis,
pues otra vida más larga
de la fama gloriosa
acá dejáis,
(aunque esta vida de honor 415
tampoco no es eternal
ni verdadera);
mas, con todo, es muy mejor
que la otra temporal
perecedera. 420

Mi voluntad está
conforme con la divina
para todo; 450
y consiento en mi morir
con voluntad placentera,
clara y pura,
que querer hombre vivir
cuando Dios quiere que muera 455
es locura.

Así, con tal entender,
todos sentidos humanos 470
conservados,
cercado de su mujer
y de sus hijos y hermanos
y criados,
dio el alma a quien se la dio 475
que aunque la vida perdió
dejónos harto consuelo
su memoria. 480

jueves, 10 de junio de 2010

Platón en El Mito de la Caverna

Platón El Mito de la Caverna

Los ojos pueden ver confusamente por dos tipos de perturbaciones: uno al trasladarse de la luz a la tiniebla, y otro de la tiniebla a la luz.

viernes, 4 de junio de 2010

Stephen King en Historias Fantásticas

Stephen King Historias Fantásticas

Dentro estaba muy fresco, con un leve, aunque no desagradable, olor a cloro, colgado insistentemente del aire.
Un pequeño, con gafas de montura de concha y un valiente principio de barba.
Sus ojos estaban demasiado juntos, su boca demasiado grande y las orejas despegadas. Luego, claro, estaban las pecas. Incluso delgada, hubiera sido lo bastante fea para parar un reloj…, demonio, todo un escaparate de relojes.
Me esforcé por desviar la mirada, pero mis ojos volvían como para asegurarse de que estaban viendo lo que pensaban que veían.
Asustado como un gato corto de vista en una perrera.
La vida sigue…
Era un buen tipo, y ya ven, esto era lo que le había tocado…, una mujer gorda y aburrida que se sentía estafada por no tener lo mejor de la vida, que sentía que había apostado por un caballo perdedor (pero que era incapaz de atreverse a decirlo).
Este era un lugar que consideraba propio…, un lugar donde podía aislarse de la forastera con la que se había casado y del extraño que había concebido.
Sus ojos parecían más que tristes, parecían atormentados.
A veces un hombre tiene que quedarse en su sitio y esperar a que le llegue su Destino.
La sinfonía del alba continuaba. La franja nacarada del este se iba transformando de un rosa profundo, al principio casi imperceptible, a un carmín que, casi inmediatamente, empezó a fundirse en un azul de verano.
Aquel otoño, el viento sopló con notas largas y heladas y ella sintió resonar cada nota en su corazón.
Rompió a llorar, con sollozos fuertes, casi como rebuznos.
Creo que es mejor arar profundamente que en extensión.
Cuando soplaba el viento y los rompientes rugían y la noche caía pronto, nos sentíamos muy pequeños… poco más que motas de polvo a los ojos de Dios. Asíque era natural que nos uniéramos, unos y otros.

sábado, 22 de mayo de 2010

Carl Sagan en La carga del escepticismo

Carl Sagan La carga del escepticismo

Si no empleas un mínimo de escepticismo, si posees una credulidad absolutamente destrabada, probablemente tendrás que pagar un precio tarde o temprano. Entonces desearás haber hecho una pequeña inversión de escepticismo con anterioridad.
Ahora bien, esto no es algo en lo que tengas que emplear cuatro años de carrera para comprenderlo. Todo el mundo lo comprende. Somos escépticos en algunas cosas, pero, desafortunadamente, no en otras.
Lo que se necesita es un equilibrio exquisito entre dos necesidades conflictivas: el mayor escrutinio escéptico de todas las hipótesis que se nos presentan, y al mismo tiempo una actitud muy abierta a las nuevas ideas.
Existe una especie de ley por la que, en la cultura popular, la mala ciencia expulsa a la buena.
Hay mucha más maravilla en la ciencia que en la pseudociencia.

Arthur Conan Doyle en El signo de los cuatro

Arthur Conan Doyle El signo de los cuatro

Si eliminamos lo imposible, lo que queda, por imposible que parezca, tiene que ser la verdad.
¡Qué pequeños, con nuestras insignificantes ambiciones y conflictos, en presencia de las grandes fuerzas elementales de la Naturaleza!
La principal prueba de la grandeza del hombre está en su capacidad de percibir su propia pequeñez.
Con esta clase de gente, lo más importante es no darles nunca a entender que la información que te dan tiene la menor importancia para ti. Si piensan que te interesa, se cierran al instante como una ostra. En cambio, si haces como que los escuchas porque no te queda otro remedio, lo más probable es que te digan todo lo que quieres saber.
Yo no les contaría demasiado. Nunca hay que fiarse del todo de las mujeres…, ni siquiera de las mejores.
Todos necesitamos ayuda de vez en cuando.
El mejor descanso es un cambio de ocupación.
Todos poseen una pequeña chispa inmortal oculta en su interior.
Si bien el individuo es un rompecabezas insoluble, cuando forma parte de una multitud se convierte en una certeza matemática.
El turbio e incierto crepúsculo se iba transformando en una noche clara y estrellada.
De nada sirve lamentarse. He pasado buenos y malos momentos en mi vida, pero he aprendido a no arrepentirme de nada.

domingo, 16 de mayo de 2010

Borges y Bioy Casares en Seis problemas

Jorge L. Borges y Adolfo Bioy Casares Seis problemas para don Isidro Parodi 1942 Emecé Editores, Buenos Aires.

Los que tenemos la desgracia de haber perdido la fe del carbonero y del niño no hallamos en la fría inteligencia el bálsamo reconfortante que brinda a su rebaño la Iglesia.
A todos nosotros nos convendría una dosis de inocencia y de sencillez.
Sorteando astutamente al guarda, a quien soborné con un interesante ejemplar de la numismática paraguaya.
El destino, que es prolijo, no da puntada sin nudo.
Se quedó con su cara de pan que no se vende.
La magia, como las otras ciencias exactas, es apenas una luciérnaga que guía nuestros vanos tropezones en la noche considerable.
De la mésure avant toute chose.
Ni siquiera es perfecta la tortuga, que medita bajo una cúpula de carey.
El buen actor no entra en escena antes que edifiquen el teatro.
Mi efímero paraíso no logró los años de la tortuga o del sapo.
Para que la dicha de éste fuera redonda.
Macaco viejo no sube a palo podrido.
A usted me lo dejaron más solo que a un ojo de vidrio.

sábado, 8 de mayo de 2010

Murphy en Las Leyes de Murphy

Las Leyes de Murphy

Murphyología
Corolarios
1. Nada es tan fácil como parece.
2. Todo lleva más tiempo del que usted piensa.
Filosofía de Murphy
Sonría. Mañana puede ser peor.
Extensión de Gattuso de la Ley de Murphy
Nada es tan malo nunca como para que no pueda empeorar.
Ley de Perrusel
No hay tarea tan simple que no pueda hacerse mal.
Comiteología
Cualquier problema sencillo se puede convertir en insoluble si se celebran suficientes reuniones para discutirlo.
Primera Regla de la Inferioridad Superior
No permita que sus superiores se den cuenta que usted es superior a ellos.
Principio de Luposchainski de “Dese Prisa y Espere”
1 Si se esfuerza demasiado por llegar a tiempo tendrá que esperar.
2 Si llega con retraso será demasiado tarde.
Dilema del Trabajador
Haga lo que haga nunca será suficiente.
Lo que no haga, siempre será más importante que lo que haga.
Máxima de Match
Un tonto en una posición elevada es como un hombre en la cima de una montaña. Al segundo, todo le parece pequeño y él le parece pequeño a todo el mundo.
Ley de Jones
El hombre capaz de sonreír cuando las cosas van mal ha pensado a quién le echará la culpa.
Primera Ley del Debate
No discuta nunca con un tonto. Puede que la gente no aprecie la diferencia.
Leyes de Boren
1 Cuando tenga dudas hable entre dientes.
2 Cuando tenga problemas, delegue.
Ley de la Salchicha
Hay personas a quienes les gustan las salchichas y respetan las leyes y es debido a que no han visto como se elaboran.
Los Dos Principios Políticos de Todd
1 Le digan lo que le digan, no es toda la verdad.
2 Hablen de lo que hablen, hablan de dinero.
Fórmula de Glyme del Éxito
El secreto del éxito es la sinceridad. En cuanto pueda fingirla, lo habrá conseguido.
Regla de Brown del Liderazgo
La mejor manera de tener éxito en política es encontrar una multitud que se dirija a alguna parte y colocarse al frente de ella.
Ley de De Nevers Sobre el Debate
Dos monólogos no constituyen un diálogo.
Regla de Bralek Sobre el Éxito
Confíe sólo en aquellos que perderían tanto como usted si las cosas fueran mal.
Regla de los Grandes
Cuando alguien a quien usted admira y respeta parezca ensimismado y pensativo, lo más probable es que esté pensando en la cena.
Tercera Ley de Clarke
Cualquier tecnología avanzada es indistinguible de la magia.
Ley de Weiler
Nada es imposible para el hombre si no lo tiene que hacer él mismo.
Ley de Meyer
Es tarea fácil hacer que las cosas parezcan complejas, pero es complicado hacerlas sencillas.
Ley de Edwards Sobre el Esfuerzo/Tiempo
Dado un tiempo inicial grande para hacer algo, el esfuerzo inicial será pequeño.
A medida que el tiempo se aproxima a cero, el esfuerzo tiende a infinito.
Corolario
Si no fuera por el último minuto, no se haría nada.
Guía de Handy para la Ciencia Moderna
1 Si es verde o se retuerce, es Biología.
2 Si apesta, es Química.
3 Si no funciona, es Física.
Extensiones de Cerf a la Guía de Handy Para la Ciencia Moderna
1 Si es incomprensible es Matemáticas.
2 Si no tiene sentido, es Economía o Filosofía.
Ley de Felson
Robar ideas a una persona es plagio. Robárselas a muchas es investigación.
Regla de Finagle
El trabajo en equipo es esencial. Le permitirá echarle la culpa al otro.
Credo de Finagle
La ciencia es verídica, no deje que le engañen los hechos.
Ley de Greer
Un programa de ordenador hace lo que usted le ordena que haga, no lo que quiere usted que haga.
Ley de Sattinger
Funcionaría mejor si la enchufara.
Axioma de Cahn
Cuando todo falle, lea las instrucciones.
Observación de Etorre
La otra cola es más rápida.
Variación de O’Brien a la Observación de Etorre
Si cambia de cola la que acaba de dejar empezará a avanzar más de prisa que la nueva.
Principio de la Espera
Cuanto más tiempo lleva en una cola, más probabilidades hay de que se haya equivocado de ventanilla.
Ley de Hutchinson
Si una situación exige toda su atención, al mismo tiempo sucederá algo que le distraerá por completo.
Ley de Fuller Sobre el Periodismo
Cuanto más lejos sucede un accidente, mayor número de muertos y heridos hace falta para que sea noticia.
Ley de Wagner Sobre las Retransmisiones Deportivas
Cuando la cámara se centra en un atleta, éste escupirá, se hurgará la nariz o se rascará.
Regla Sobre los Compañeros de Cama
El que ronca es el que se duerme primero.
Ley de Jacob
Errar es humano. Echarle la culpa a otro es más humano todavía.
Postulados de Pardo
1 Todas las cosas buenas de la vida son ilegales o engordan.
2 Las tres cosas más leales de la vida son el dinero, un perro y una mujer vieja.
3 No se preocupe por el dinero, mientras pueda vivir bien y tener todo lo que quiere.
La Constante de Kennedy
No se enfade, vénguese.
Reglas de Goldenstern
1 Contrate siempre a un abogado rico.
2 No le compre nada a un vendedor rico.
Definición de Fausner
El trabajo doméstico es eso que no se nota a no ser que no se haya hecho.
Ley de Biondi
Si su proyecto no funciona investigue la parte que pensó que no tenía importancia.
Regla Romana
El que afirma que no se puede hacer, no debe interrumpir al que lo está haciendo.
Ley de Van Herpen
La solución de un problema consiste en encontrar a alguien que lo resuelva.



jueves, 6 de mayo de 2010

Arthur Conan Doyle en Estudio en escarlata

Arthur Conan Doyle Estudio en escarlata

No hay objeto de estudio más digno del hombre que el hombre mismo.
Como uno y otro decidan tirar de la manta, la cosa va a resultar divertida.
Nada hay nuevo bajo el sol. Cada acto o cada cosa tiene un precedente en el pasado.
El genio se caracteriza por su infinita sensibilidad para el detalle.
La facultad de predecir y apreciar una armonía data en la raza humana de mayor antigüedad que el uso del lenguaje.
Sin la imaginación no existe el miedo.
Para un espíritu superior nada es pequeño.
No debe confundirse lo insólito con lo misterioso.
Sus ojos adquirieron la expresión turbia de una fiera acorralada.
Por cada cincuenta individuos adiestrados en el pensamiento sintético, no encontrará usted arriba de uno con talento analítico.

lunes, 3 de mayo de 2010

Jorge Luis Borges en El Aleph

Jorge Luis Borges El Aleph Alianza Editorial Emecé Editores 1974 ISBN: 84-487-0468-1

Marca una etapa en que, juzgando que toda empresa es vana, determinaron vivir en el pensamiento, en la pura especulación. Absortos, casi no percibían el mundo físico.
Todas las criaturas son inmortales menos el hombre, pues ignoran la muerte; lo divino, lo terrible, lo incomprensible es saberse inmortal. He notado que, pese a las religiones, esa convicción es rarísima. Israelitas, cristianos y musulmanes profesan la inmortalidad, pero la veneración que tributan al primer siglo prueba que sólo creen en él, ya que destinan todos los demás, en número infinito, a premiarlo o a castigarlo. Más razonable me parece la rueda de ciertas religiones del Indostán; en esa rueda, que no tiene principio ni fin, cada vida es efecto de la anterior y engendra la siguiente, pero ninguna determina el conjunto.
Todos los Inmortales eran capaces de perfecta quietud, recuerdo alguno a quien jamás he visto de pie: un pájaro anidaba en su pecho.
Una puñalada feliz le ha revelado que es un hombre valiente, no lo inquieta la muerte de su contrario.
Antes de un año se hace gaucho. Aprende a jinetear, a entropillar la hacienda, a carnear, a manejar el lazo que sujeta y las boleadoras que tumban, a resistir el sueño, las tormentas, las heladas y el sol, a arrear con el silbido y el grito.
Arriban a una estancia perdida, que está como en cualquier lugar de la interminable llanura.
Las herejías que debemos temer son las que pueden confundirse con la ortodoxia.
El tiempo no rehace lo que perdemos.
Los actos son nuestro símbolo. Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es.
Comprendió que un destino no es mejor que otro, pero que todo hombre debe acatar el que lleva adentro.
Quiso ya estar en el día siguiente.
El dinero era su verdadera pasión. Con íntimo bochorno se sabía menos apto para ganarlo que para conservarlo. Era muy religioso; creía tener con el Señor un pacto secreto, que lo eximía de obrar bien, a trueque de oraciones y devociones.
Las enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprendiera a leer. A veces lo deploro, porque las noches y los días son largos.
Dijo que la guerra servía, como la mujer, para que se probaran los hombres, y que antes de entrar en batalla nadie sabía quién es. Alguien podía pensarse un cobarde y ser un valiente, y asimismo al revés.
Un acto es menos que todas las horas de un hombre.
Nada hay menos material que el dinero, ya que cualquier moneda es, en rigor, un repertorio de futuros posibles. El dinero es abstracto, repetí, el dinero es tiempo futuro.
Una moneda simboliza nuestro libre albedrío.
Ejerce no sé qué cargo subalterno en una biblioteca ilegible de los arrabales del Sur.
Su actividad mental es continua, apasionada, versátil y del todo insignificante.
Siempre apoyado en esos dos báculos que se llaman el trabajo y la soledad.
Acepté, con más resignación que entusiasmo.
Ya cumplidos los cuarenta años, todo cambio es un símbolo detestable del pasaje del tiempo.
Un Aleph es uno de los puntos del espacio que contienen todos los puntos.

domingo, 25 de abril de 2010

Charles Bukowski en La Senda del Perdedor

Charles Bukowski La Senda del Perdedor Digitalizado para Biblioteca IRC por Spartakku Revisado por Adriana

Aunque me siguieran odiando, era una clase mejor de odio, como si no estuvieran muy seguros de por qué.
¡Qué cosa más terrible! ¡No importaba que lo hicieran en secreto! ¡Y pensar que todo el mundo lo hacía! ¡Los profesores, el director, todo el mundo! Era bastante estúpido. Entonces pensé en hacerlo con Lila Jane y no me pareció tan estúpido.
Esta cosa de joder estaba bien. Le daba a la gente cosas extra en que pensar.
Había llegado a envejecer tanto que no tenía sentido que se muriera.
Una vez incluso se levantó en clase de Inglés y leyó un ensayo titulado “El Valor de la Amistad”, y mientras lo leía no me quitaba el ojo de encima. Escribí un contra-ensayo titulado “El Valor de la Absoluta Carencia de Amistad”. La profesora no me dejó leerlo en clase y encima me suspendió.
-Jim, ¿tu padre se saltó los sesos por culpa de tu madre?
-Sí. El estaba al teléfono y contó que tenía una pistola. Dijo: “Si no vuelves conmigo, voy a suicidarme. ¿Volverás conmigo?” Y mi madre contestó: “No.” Hubo un tiro y eso fue todo.
-¿Qué es lo que hizo tu madre? –Colgó el teléfono. –De acuerdo. Te veré esta noche.
La gente sólo piensa en las injusticias cuando les suceden a ellos.
En todas las guerras ambos lados creen pelear por una Buena Causa. No se trata de saber quién tiene o no la razón, se trata de comprobar quién tiene los mejores generales y el mejor ejército!
Morir en una guerra no evitaba que surgieran otras.
Los presidentes en tiempo de guerra tenían más poder y, después, se les dedicaban más páginas.
El ambiente de toda la Universidad era blandengue. Nunca te advertían qué es lo que ibas a encontrar en la vida real. Te hacían empollar un montón de teoría y no te contaban lo dura que era la calle. La educación universitaria podía destrozar para siempre a un individuo. Los libros podían reblandecerte. Cuando los apartabas a un lado y realmente salías fuera, entonces necesitabas saber lo que jamás te enseñaron.
Ahí sentado bebiendo consideré la idea del suicidio, pero sentí un extraño cariño por mi cuerpo, por mi vida. A pesar de sus cicatrices y marcas, me pertenecían.

jueves, 22 de abril de 2010

Dante Alighieri en La vida Nueva

Dante Alighieri La vida Nueva 1999 – Copyright www.elaleph.com

Amor no existe por sí mismo como sustancia, sino que es un accidente en la sustancia.
Antiguamente no había cantares de amor en lengua vulgar, sino que los cantores eran ciertos poetas de lengua latina: los asuntos amorosos no los trataban poetas vulgares, sino poetas cultos.
El primer aniversario del día en que mi amada adquirió ciudadanía de vida eterna.

domingo, 18 de abril de 2010

Jorge Luis Borges en Ficciones

Jorge Luis Borges Ficciones
Prólogo de José Luis Rodríguez Zapatero

En todas las historias de este libro el tiempo es, de un modo u otro, un personaje central.
El espejo inquietaba el fondo de un corredor.
Mi padre había estrechado con él (el verbo es excesivo) una de esas amistades inglesas que empiezan por excluir la confidencia y que muy pronto omiten el diálogo.
Censurar y alabar son operaciones sentimentales que nada tienen que ver con la crítica.
Pensar, analizar, inventar son la normal respiración de la inteligencia.
A la desaforada esperanza sucedió, como es natural, una depresión excesiva.
Todas las cosas le suceden a uno precisamente, precisamente ahora. Siglos de siglos y solo en el presente ocurren los hechos, innumerables hombres en el aire, en la tierra y el mar, y todo lo que realmente pasa me pasa a mí.
Sospecho, sin embargo, que no era muy capaz de pensar. Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer.
El nuevo camarada no discutía, dictaminaba con desdén y con cierta cólera.
A fuerza de apiadarnos de las desdichas de los héroes de las novelas concluimos apiadándonos con exceso de las desdichas propias.
Habituado a vivir en el presente, como los animales.

lunes, 12 de abril de 2010

Lucius Shepard en El cazador de jaguares

Lucius Shepard El cazador de jaguares Barcelona 1987 ISBN 84-226-4043-0

Pueden mostrar una compasión ganada al precio de muchas dificultades o el conocimiento del mundo que suele acompañarla.
El ejercicio de escritor requiere sangre, sudor y lágrimas.
Lucius Shepard apareció en el escenario de la fantasía y la ciencia ficción como talento totalmente formado.
Creemos en el poder de la literatura para dirigirse al corazón humano.
Este mundo sólo es una delgada cubierta de vida sobre un cimiento de muerte, como las algas que cubren una roca.
Los perros melancólicos.
Los tejados que circundaban la bahía se parecían a la costra de sangre seca que suele haber sobre los labios de un moribundo.
Esteban no había esperado de ella que siguiera siendo hermosa y había intentado asegurarle que amaba a la mujer que era y no, meramente, a la muchacha que había sido.
Era un hombre inmenso, parecido a una babosa.
El jaguar tenía las orejas echadas hacia atrás y gotas de luna plateada brillaban en sus ojos.
Si niegas el misterio, incluso cuando va disfrazado de muerte, entonces niegas la vida y caminarás como un fantasma a través de tus días, sin conocer jamás los secretos que se ocultan en los extremos. Las penas profundas, las alegrías más absolutas.
Me pidió que me casara con él, y yo dije que quizá. El infantil plan de seducción preparado por Eliot se derrumbó ante una frase tan parecida a las bolas usadas para demoler edificios.
Michaela estaba tendida sobre una toalla –la parte superior del bikini junto a ella-, en el fondo de un pozo formado por la luz solar, delgados haces de pura claridad parecidos a miel destilada cayendo del cielo y congelándose para formar el molde de una diminuta mujer dorada.
Dos pedazos de personas que no lograban formar un ser completo entre los dos.
Quizá tendrían que hablar un poco más antes de que lo ocurrido fuera sedimentándose, hasta convertirse en un estado de ánimo indestructible.
Supongo que me hacía falta alguien para demostrarme que yo merecía un esfuerzo –le dijo-.
Daba la impresión de que la claridad mental hacía que un hombre fuera peligrosamente versátil, volvía flexible su conciencia, e instituía dentro de él una cautelosa aproximación a todo tipo de compromisos. No quería apresurarse ni comprometerse en nada.
Tuvo la sensación de estar sufriendo una sutil alteración de su forma, un refinamiento, como si se desprendiera de las capas superfluas.
Se encontraba bastante débil, y cada vez lo estaba más, como si hebras de sí mismo estuvieran desprendiéndose para ser absorbidas en la negrura.
En la experiencia de Peter, cuando las mujeres decían que necesitaban tiempo para pensar, los resultados de esa meditación jamás habían sido buenos.

jueves, 8 de abril de 2010

E. Galeano en Las Venas Abiertas de América Latina

Eduardo Galeano Las Venas Abiertas de América Latina
La capital de los aztecas, Tenochtitlán, era por entonces cinco veces mayor que Madrid y duplicaba la población de Sevilla, la mayor de las ciudades españolas.
Más de la mitad de la población aborigen de América, Australia y las islas oceánicas murió contaminada luego del primer contacto con los blancos.
Potosí contaba con 120.000 habitantes según el censo de 1573. La misma población que Londres y más habitantes que Sevilla, Madrid, Roma o París. Hacia 1650, un nuevo censo adjudicaba a Potosí 160.000 habitantes. Era una de las ciudades más grandes y más ricas del mundo, diez veces más habitada que Boston.
Entre 1503 y 1660, llegaron al puerto de Sevilla 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata. La plata transportada a España en poco más de un siglo y medio, excedía tres veces el total de las reservas europeas. Y estas cifras, cortas, no incluyen el contrabando.
Potosí tiene ahora tres veces menos habitantes que hace cuatro siglos.
Se ha estimado en unos cinco mil millones de dólares actuales la magnitud del excedente económico evadido de México entre 1760 y 1809, apenas medio siglo, a través de las exportaciones de plata y oro.
Las madres mataban a sus hijos para salvarlos del tormento en las minas.
Los indios de las Américas sumaban no menos de setenta millones, y quizás más, cuando los conquistadores extranjeros aparecieron en el horizonte; un siglo y medio después se habían reducido, en total, a sólo tres millones y medio.
En tres centurias, el cerro rico de Potosí quemó ocho millones de vidas.
En septiembre de 1957, la Corte Suprema de Justicia del Paraguay emitió una circular comunicando a todos los jueces del país que “los indios son tan seres humanos como los otros habitantes de la república.”
Los indios han padecido y padecen –síntesis del drama de toda América Latina- la maldición de su propia riqueza.
Los arrasados bosques de quebracho del norte argentino y del Paraguay.
La alfombra vegetal, la flora y la fauna fueron sacrificadas en los altares del monocultivo, a la caña de azúcar. La producción extensiva agotó rápidamente los suelos.
El alimento de las minorías se convierte en el hambre de las mayorías.
La invasión cañera hizo arder, en Cuba, con varios fuegos sucesivos, los mejores bosques vírgenes.
El pueblo que confía su subsistencia a un solo producto, se suicida.
El pueblo que compra manda, el pueblo que vende sirve; hay que equilibrar el comercio para asegurar la libertad; el pueblo que quiere morir vende a un solo pueblo, y el que quiere salvarse vende a más de uno, dijeron Martí y el Che Guevara.
Según los datos oficiales, de cada diez ecuatorianos siete padecen desnutrición básica y el país sufre uno de los índices de mortalidad más altos del mundo.
En 1912 el presidente William H. Taft afirmaba: “No está lejano el día en que tres banderas de barras y estrellas señalen en tres sitios equidistantes la extensión de nuestro territorio: una en el Polo Norte, otra en el canal de Panamá y la tercera en el Polo Sur. Todo el hemisferio será nuestro, de hecho, como, en virtud de nuestra superioridad racial, ya es nuestro moralmente”.
Artigas: Las tierras se repartían de acuerdo con el principio de que “los más infelices serán los más privilegiados”. Los indios tenían, en la concepción de Artigas, “el principal derecho”.
Los gobiernos posteriores de la cuenca del Plata reducirán a sangre y fuego al gaucho, incorporándolo por la fuerza a las peonadas de las grandes estancias, pero Artigas había querido hacerlo propietario: “Los gauchos alzados comenzaban a gustar del trabajo honrado”.
Zapata: Realizar un estado social que garantice plenamente el derecho natural que todo hombre tiene sobre la extensión de tierra necesaria a su propia subsistencia y a la de su familia.
La producción agropecuaria por habitante de América Latina es hoy menor que en la víspera de la segunda guerra mundial.
El uno y medio por ciento de los propietarios agrícolas latinoamericanos posee la mitad del total de tierras cultivables.
La renta que el campo genera se gasta en las ciudades o emigra al extranjero.
Ya no es un tema maldito la reforma agraria: los políticos han aprendido que la mejor manera de no hacerla consiste en invocarla de continuo.
Bolivia gasta, en nuestros días, la quinta parte de sus divisas en importar alimentos del extranjero.
La Ley Lincoln de 1862, aseguraba a cada familia la propiedad de lotes de 65 hectáreas. Cada beneficiario se comprometía a cultivar su parcela por un período no menor de cinco años.
Se generaba un mercado interno con gran poder adquisitivo.
El siempre efímero soplo de las glorias y el peso siempre perdurable de las catástrofes.
Las aves guaneras son las más valiosas del mundo, por su rendimiento en dólares por cada digestión. Están por encima del ruiseñor de Shakespeare que cantaba en el balcón de Julieta, por encima de la paloma que voló sobre el Arca de Noé y, desde luego, de las tristes golondrinas de Becquer.
Gracias al salitre y al guano, que yacían en las costas del Pacífico casi al alcance de los barcos que venían a buscarlos el fantasma del hambre se alejó de Europa.
El desierto había oficiado de zona de amortiguación para los conflictos latentes entre Chile, Perú Bolivia. El salitre desencadenó la pelea.
La coca, como se sabe, al adormecer el hambre y enmascarar la fatiga, va apagando el sistema de alarmas con que cuenta el organismo para seguir vivo.
El petróleo es la riqueza más monopolizada en todo el sistema capitalista. No hay empresarios que disfruten del poder político que ejercen, en escala universal, las grandes corporaciones petroleras. La Standard Oil y la Shell levantan y destronan reyes y presidentes, financian conspiraciones palaciegas y golpes de Estado. La Standard Oil Co de Nueva Jersey es la mayor empresa industrial del mundo capitalista.
En Argentina las empresas extranjeras y sus múltiples ecos nativos sostienen siempre que el subsuelo contiene escaso petróleo, aunque las investigaciones de los técnicos de YPF, Yacimientos Petrolíferos Fiscales, han indicado con toda certidumbre que en cerca de la mitad del territorio nacional subyace el petróleo, y que también hay petróleo abundante en la vasta plataforma submarina de la costa atlántica. Cada vez que se pone de moda hablar de la pobreza del subsuelo argentino, el gobierno firma una nueva concesión en beneficio de alguno de los miembros del cártel. La empresa estatal, YPF, ha sido víctima de un continuo y sistemático sabotaje, desde sus orígenes hasta la fecha. La Argentina fue, hasta no hace muchos años, uno de los últimos escenarios históricos de la pugna ínter imperialista entre Inglaterra, en el desesperado ocaso, y los ascendentes Estados Unidos. Los acuerdos del cártel no han impedido que la Shell y la Standard disputaran el petróleo de este país por medios a veces violentos: hay una serie de elocuentes coincidencias en los golpes de Estado que se han sucedido todo a lo largo de los últimos cuarenta años. El Congreso argentino se disponía a votar la ley de nacionalización del petróleo, el 6 de septiembre de 1930, cuando el caudillo nacionalista Hipólito Yrigoyen fue derribado de la presidencia del país por el cuartelazo de José Félix Uriburu. El gobierno de Ramón Castillo cayó en junio de 1943, cuando tenía a la firma un convenio que promovía la extracción del petróleo por los capitales norteamericanos. En septiembre de 1955, Juan Domingo Perón marchó al exilio cuando el Congreso estaba por aprobar una concesión a la California Oil Co.
Arturo Frondizi desencadenó varias y muy agudas crisis militares, en las tres armas, al anunciar el llamado a licitación que ofrecía todo el subsuelo del país a las empresas interesadas en extraer petróleo: en agosto de 1959 la licitación fue declarada desierta.
Resucitó en seguida y en octubre de 1960 quedó sin efecto.
Frondizi realizó varias concesiones en beneficio de las empresas norteamericanas del cártel, y los intereses británicos –decisivos en la Marina y en el sector “colorado” del ejército- no fueron ajenos a su caída en marzo de 1962.
Arturo Illia anuló las concesiones y fue derribado en 1966; al año siguiente, Juan Carlos Onganía promulgó una ley de hidrocarburos que favorecía los intereses norteamericanos en la pugna interna.
Venezuela es todavía, en 1970, el mayor exportador de petróleo.
La mitad de los niños y los jóvenes de Venezuela quedan todavía, en 1970, según los censos, fuera de las aulas de enseñanza.
Un setenta por ciento del país vive marginado de todo.
Canning no se equivocaba al escribir, en 1824: “La cosa está hecha; el clavo está puesto, Hispanoamérica es libre; y si nosotros no desgobernamos tristemente nuestros asuntos, es inglesa”.
La máquina de vapor, el telar mecánico y el perfeccionamiento de la máquina de tejer habían hecho madurar vertiginosamente la revolución industrial en Inglaterra.
Los vaivenes en las políticas aduaneras de los gobiernos de la independencia generarían sucesivas muertes y despertares de las manufacturas criollas, sin la posibilidad de un desarrollo sostenido en el tiempo.
El litoral de Argentina era la región más atrasada y menos poblada del país, antes de que la independencia trasladara a Buenos Aires, en perjuicio de las provincias mediterráneas, el centro de gravedad de la vida económica y política. A principios del siglo XIX apenas la décima parte de la población argentina residía en Buenos Aires, Santa Fe o Entre Ríos.
Con ritmo lento y por medios rudimentarios se había desarrollado una industria nativa en las regiones del centro y el norte, mientras que en el litoral no existía ningún arte ni manufactura. En Tucumán y Santiago del Estero, florecían los talleres textiles, que fabricaban ponchos de tres clases distintas, y se producían en otros talleres excelentes carretas y cigarros y cigarrillos, cueros y suelas. De Catamarca nacían lienzos de todo tipo, paños finos, bayetillas de algodón negro para que usaran los clérigos; Córdoba fabricaba más de setenta mil ponchos, veinte mil frazadas y cuarenta mil varas de bayeta por año, zapatos y artículos de cuero, cinchas y vergas, tapetados y cordobanes. Las curtiembres y talabarterías más importantes estaban en Corrientes. Eran famosos los finos sillones de Salta. Mendoza producía entre dos y tres millones de litros de vino por año, en nada inferiores a los de Andalucía, y San Juan destilaba 350 mil litros anuales de aguardiente.
Mendoza y San Juan formaban la garganta del comercio entre el Atlántico y el Pacífico en América del Sur.
Los agentes comerciales de Manchester, Glasgow y Liverpool recorrieron Argentina y copiaron los modelos de los ponchos santiagueños y cordobeses y de los artículos de cuero de Corrientes, además de los estribos de palo dados vuelta al uso del país. Los ponchos argentinos valían siete pesos; los de Yorkshire, tres. La industria textil más desarrollada del mundo triunfaba al galope sobre las tejedurías nativas, y otro tanto ocurría en la producción de botas, espuelas, rejas, frenos y hasta clavos. La miseria asoló las provincias interiores argentinas, que pronto alzaron lanzas contra la dictadura del puerto de Buenos Aires. Los principales mercaderes (Escalada, Belgrano, Pueyrredón, Vieytes, Las Heras, Cerviño) habían tomado el poder arrebatado a España y el comercio les brindaba la posibilidad de comprar sedas y cuchillos ingleses, paños finos de Louviers, encajes de Flandes, sables suizos, ginebra holandesa, jamones de Westfalia y habanos de Hamburgo. A cambio, la Argentina exportaba cueros, sebo, huesos, carne salada, y los ganaderos de la provincia de Buenos Aires extendían sus mercados gracias al comercio libre. El cónsul inglés en el Plata, Woodbine Parish, describía en 1837 a un recio gaucho de las pampas: “Tómense todas las piezas de su ropa, examínese todo lo que lo rodea y exceptuando lo que sea de cuero, ¿qué cosa habrá que no sea inglesa? Si su mujer tiene una pollera, hay diez posibilidades contra una que sea manufactura de Manchester. La caldera u olla en que cocina, la taza de loza ordinaria en la que come, su cuchillo, sus espuelas, el freno, el poncho que lo cubre, todos son efectos llevados de Inglaterra. Argentina recibía de Inglaterra hasta las piedras de las veredas.
Brasil era un miembro no oficial del imperio económico de Gran Bretaña.
Los comerciantes ingleses monopolizaban el comercio en Santiago y Valparaíso y Chile era el segundo mercado latinoamericano, en orden de importancia, para los productos británicos.
Buenos Aires que en el siglo XIII no había sido más que una gran aldea de cuatrocientas casas, se apoderó de la nación entera a partir de la revolución de mayo y la independencia. Era el puerto único.
Las deformaciones que la hegemonía porteña impuso a la nación se advierten claramente en nuestros días: la capital abarca, con sus suburbios, más de la tercera parte de la población argentina total.
El gobierno de Juan Manuel de Rosas dictó en 1835 una ley de aduanas de signo acentuadamente proteccionista.
Suman medio millón los paraguayos que han abandonado la patria, definitivamente, en los últimos veinte años. La miseria empuja al éxodo a los habitantes del país que era hasta hace un siglo el más avanzado de América del Sur. Paraguay es con Bolivia, uno de los dos países sudamericanos más pobres y atrasados. Los paraguayos sufren la herencia de una guerra de exterminio que se incorporó a la historia de América Latina como su capítulo más infame. Se llamó la Guerra de la Triple Alianza. Brasil, Argentina y Uruguay tuvieron a su cargo el genocidio. La invasión fue financiada, de principio a fin, por el Banco de Londres, la casa Baring Brothers y la banca Rothschild, en empréstitos con intereses leoninos que hipotecaron la suerte de los países vencedores.
En la América hispánica las misiones de los jesuitas se desarrollaron bajo un signo progresista. Venían para purificar, mediante el ejemplo de la abnegación y el ascetismo, a una Iglesia católica entregada al ocio y al goce desenfrenado de los bienes que la conquista había puesto a disposición del clero. Fueron las misiones del Paraguay las que alcanzaron el mayor nivel en poco más de un siglo y medio (1603-1768).
Los jesuitas atrajeron mediante el lenguaje de la música, a los indios guaraníes que habían buscado amparo en la selva o que en ella habían permanecido sin incorporarse al proceso civilizatorio de los encomenderos y los terratenientes. Ciento cincuenta mil indios guaraníes pudieron así, reencontrarse con su organización comunitaria primitiva y resucitar sus propias técnicas en los oficios y las artes.
La Corona sucumbió finalmente a las presiones de los encomenderos criollos, y los jesuitas fueron expulsados de América. Los terratenientes y los esclavistas se lanzaron a la caza de los indios. Los cadáveres colgaban de los árboles en las misiones; pueblos enteros fueron vendidos en los mercados de esclavos de Brasil. Muchos indios volvieron a encontrar refugio en la selva.
Las finanzas de estos jóvenes estados no estaban saneadas. Se hace preciso recurrir a la inflación, que produce la depreciación de la moneda, y a los empréstitos onerosos.
Las vías férreas no constituían una red destinada a unir a las diversas regiones interiores entre sí, sino que conectaban los centros de producción con los puertos. El diseño coincide todavía con los dedos de una mano abierta.
Los durmientes de las vías se hacían de madera y el carbón vegetal servía de combustible; el obraje maderero, creado por el ferrocarril, desintegró los núcleos rurales de población, destruyó la agricultura y la ganadería al arrasar las pasturas y los bosques de abrigo, esclavizó en la selva a varias generaciones de santiagueños y provocó la despoblación. El éxodo en masa no ha cesado, y hoy Santiago del Estero es una de las provincias más pobres de la Argentina. La utilización del petróleo como combustible ferroviario sumergió a la región en una honda crisis. Muchas décadas después, al término de la segunda guerra mundial, cuando ya los ferrocarriles no rendían dividendos y habían caído en relativo desuso, la administración pública los recuperó. Casi todos los estados compraron a los ingleses los fierros viejos y nacionalizaron, así, las pérdidas de las empresas.
Las empresas británicas habían obtenido considerables concesiones de tierras a cada lado de las vías, además de las propias líneas férreas y el derecho de construir nuevos ramales.
La hazaña norteamericana no tendría explicación si no hubiera sido animada, desde el principio, por el más ardiente de los nacionalismos.
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial nacerán juntos para negar, a los países subdesarrollados, el derecho de proteger sus industrias nacionales, y para desalentar en ellos la acción del Estado.
A partir de la segunda guerra mundial se consolida en América Latina el repliegue de los intereses europeos, en beneficio del arrollador avance de las inversiones norteamericanas.
Los salarios de hambre de América Latina contribuyen a financiar los altos salarios de Estados Unidos y de Europa.
Contener, a costa de la mayor pobreza de los pobres, el vértigo de la inflación.
El proceso de represión y asfixia del pueblo tuvo lugar durante el régimen del general Juan Carlos Onganía; había comenzado con la derrota peronista de 1955.
En el Uruguay unos centenares de familias son dueñas de las fábricas y las tierras, los grandes comercios y los bancos.
En el discurso donde definió la política económica argentina, en 1967, el general Juan Carlos Onganía reafirmaba la igualdad de oportunidades: “Las inversiones extranjeras en Argentina serán consideradas en un pie de igualdad con las inversiones de origen interno, de acuerdo con la política tradicional de nuestro país, que nunca ha discriminado contra el capital extranjero.
Entre 1963 y 1968, fueron desnacionalizadas cincuenta importantes empresas argentinas, 29 de las cuales cayeron en manos norteamericanas, en sectores tan diversos como la fundición de acero, la fabricación de automóviles y de repuestos, la petroquímica, la química, la industria eléctrica, el papel o los cigarrillos.
En 1962, dos empresas nacionales de capital privado, Siam Di Tella e Industrias Kaiser Argentinas, figuraban entre las cinco empresas industriales más grandes de América Latina; en 1967 ambas habían sido capturadas por el capital imperialista.
El Chase Manhattan Bank, del grupo Rockefeller, adquirió en 1968, el Banco Argentino de Comercio.
Los departamentos de relaciones públicas de varios bancos norteamericanos que operan en el exterior pregonan sin rubores que su propósito más importante consiste en canalizar el ahorro interno de los países donde operan para el uso de las corporaciones multinacionales que son clientes de sus casas matrices. Ningún banco extranjero puede operar, en Estados Unidos, como receptor de depósitos de los ciudadanos norteamericanos. En cambio, los bancos de los Estados Unidos disponen a su antojo, a través de las numerosas filiales, del ahorro nacional latinoamericano.
Un cálculo realizado por la revista Fichas indica que las divisas insumidas entre 1961 y 1964 por la industria automotriz en la Argentina son tres veces y media mayores que el monto necesario para construir diecisiete centrales termoeléctricas y seis centrales hidroeléctricas con una potencia total de más de dos mil doscientos megavatios y equivalen al valor de las importaciones de maquinarias y equipos requeridos durante once años por las industrias dinámicas para provocar un incremento anual del 2.8 por ciento en el producto por habitante.
En su mayoría los países latinoamericanos se identifican, en el mercado mundial, con una sola materia prima o con un solo alimento. Carnes, cueros y lanas proporcionaron a la Argentina un 38 por ciento de sus divisas.
Hay en los mercados internacionales un virtual monopolio de la demanda de materias primas y de la oferta de productos industrializados. Cada vez vale menos lo que América Latina vende y, comparativamente, cada vez es más caro lo que compra.
La maldición de los precios bajos no pesa sobre determinados productos, sino sobre determinados países. La clave de la explotación reside en que existe una enorme diferencia en los niveles de salarios de unos y otros países. Son los salarios bajos los que determinan los precios bajos: los países pobres exportan su pobreza.
¿Qué ocurriría con la prosperidad de los ganaderos del Medio Oeste si los Estados Unidos permitieran el acceso a su mercado interno, sin tarifas ni imaginativas prohibiciones sanitarias, de la carne de mejor calidad y menor precio que producen Argentina y Uruguay?
Un Fiat fabricado en la Argentina tiene un precio de venta que duplica con creces los de Estados Unidos o Italia.
Los desocupados van en camino de constituir una aplastante mayoría en varios países.
Las casa matrices nunca proporcionan a sus filiales las innovaciones más recientes. Las subsidiarias de las corporaciones internacionales que operan en la región no realizan esfuerzos significativos en materia de investigación y desarrollo. Otra minoría de empresas situadas en Argentina, Brasil y México realiza modestas actividades de investigación.
Raúl Prebisch advierte que las empresas norteamericanas en Europa instalan laboratorios y realizan investigaciones que contribuyen a fortalecer la capacidad científica y técnica de esos países, lo que no ha sucedido en América Latina.
La ciudad hace aún más pobres a los pobres, porque cruelmente les exhibe espejismos de riquezas a las que nunca tendrán acceso.
Por lo menos la cuarta parte de la población de las ciudades latinoamericanas habita asentamientos que escapan a las normas modernas de construcción urbana. Habitan tugurios, villas miseria, viviendas de lata, barro y madera. De aquí a pocos años los asentamientos irregulares albergarán a una mayoría de la población urbana. Una mayoría de derrotados.
La concentración de la industria en determinadas zonas refleja la concentración previa de la demanda en los grandes puertos o zonas exportadoras. Dos tercios de la industria argentina están en Buenos Aires y Rosario.
América Latina ofrece brazos baratos: en 1961, el salario-hora promedio en Estados Unidos se elevaba a dos dólares; en Argentina era de 32 centavos.
El bajo nivel de salarios de América Latina sólo se traduce en precios bajos en los mercados internacionales, donde la región ofrece sus materias primas a cotizaciones exiguas para que se beneficien los consumidores de los países ricos, en los mercados internos, en cambio, donde la industria desnacionalizada vende manufacturas, los precios son altos, para que resulten altísimas las ganancias de las corporaciones imperialistas.
Argentina no está en condiciones de resistir el poderoso desafío brasileño: Brasil tiene el doble de superficie y una población cuatro veces mayor, es casi tres veces más amplia su producción de acero, fabrica el doble de cemento y genera más del doble de energía; la tasa de renovación de su flota mercante es quince veces más alta. Argentina producía más automóviles y camiones que Brasil. A los ritmos actuales, en 1975 la industria automotriz brasileña será tres veces mayor que la argentina. La flota marítima, que en 1966 era igual a la argentina, equivaldrá a la de toda América Latina reunida.
La primera condición para cambiar la realidad consiste en conocerla.
Al cumplir su primer año de vida, la dictadura argentina del general Videla había recibido quinientos millones de dólares de bancos privados norteamericanos y 415 millones de dos instituciones (Banco Mundial y BID) donde los Estados Unidos tienen influencia decisiva.
Los obispos de Francia hablan de otro tipo de responsabilidad, más profunda, menos visible (Declaración de Lourdes, octubre de 1976). “Nosotros, que pertenecemos a las naciones que pretenden ser las más avanzadas del mundo, formamos parte de los que se benefician de la explotación de los países en vías de desarrollo. No vemos los sufrimientos que ello provoca en la carne y en el espíritu de pueblos enteros. Nosotros contribuimos a reforzar la división del mundo actual, en el que sobresale la dominación de los pobres por los ricos, de los débiles por los poderosos. ¿Sabemos que nuestro desperdicio de recursos y de materias primas no sería posible sin el control del intercambio comercial por parte de los países occidentales? ¿No vemos quién se aprovecha del tráfico de armas, del que nuestro país ha dado tristes ejemplos? ¿Comprendemos acaso que la militarización de los regímenes de los países pobres es una de las consecuencias de la dominación económica y cultural ejercidas por los países industrializados, en los que la vida se rige por el afán de ganancias y los poderes del dinero?”