miércoles, 28 de septiembre de 2011

Claudia Piñeiro en Tuya

Claudia Piñeiro Tuya

Regalo de Salva traído de Buenos Aires. 24 de Septiembre de 2011.

Parece que no, pero las tareas de la casa, cuando una quiere tener todo perfecto, te agotan.

¿y si me pasa como a mi mamá que por preguntar le salió el tiro por la culata? Porque ella lo veía medio raro a papá y un día fue y le preguntó: “¿Te pasa algo Roberto?”. Y él le dijo: “¡Sí, me pasa que no te soporto más!”. Ahí mismo se fue dando un portazo y no lo volvimos a ver. Pobre mi mamá.

Teniendo tantas cosas no me voy a andar fijando justo en lo único que me falta.

En definitiva, y por más que a una le pese, a toda mujer, en algún momento, le meten los cuernos. Es como la menopausia, puede tardar más o menos, pero ninguna se salva. Hay algunas que nunca se enteran. Ésas la pasan mejor, porque para ellas la vida sigue igual.

En los accidentes no hay culpables sino víctimas.

Nadie tenía la culpa de nada. La culpa es “guacha” como decía mi papá.

Las amigas de mi hijo tienen nombre.

Estaba nerviosa. Me di cuenta porque no sabía qué hacer. Uno no ve matar a una mujer todos los días; y mucho menos que quien la mate sea su marido, el de una. Suena tan rotundo, tan de dedo índice agitado en el aire, tan de maestra ciruela.

Las cosas son como son por algo.

Como decía mi mamá, el día que cambiás un cuerito, sonaste, porque ya creen que sos plomera diplomada y no agarran un destornillador ni que se esté inundando la casa.

La cosa se empezaba a poner más difícil, pero también más entretenida. Paré en una peluquería y me hice depilar. Como decía mi mamá “una siempre tiene que andar por la calle depilada y con la bombacha limpia”. En esta vida hay que estar siempre preparada.

Estoy preocupado, me dijo y me tomó las manos por sobre el escritorio. Creo que no me tomaba las manos así desde hacía unos quince o dieciséis años. Mi mamá me hubiera dicho: “Con los hombres es más peligroso un ramo de flores que una cachetada”.

Lo más lindo que me dijo en la vida fue “yo también”, después de un “te quiero” mío.

Es un hombre maravilloso, pensé. No como esos que se sacan la calentura afuera y después vienen a sacarse la culpa en casa. “Querida, no puedo mentirte, tengo que confesarte que me encamé con tu mejor amiga”, dicen. “¡Pero mentime, hijo de puta, que es lo menos que me merezco!”.

La medicina forense califica de traumatismo a toda violencia ejercida sobre un organismo humano. Cuando el traumatismo se produce por el choque de un cuerpo de superficie regular o irregular, contra un cuerpo humano o animal, llamamos al mismo contusión.

Esa es la ley de la vida, unos nacen, otros mueren. Nadie sabe cuándo te va a tocar el turno, pero que te toca, te toca.

Me saqué de encima el mote “la hija de Blanca” cuando pasé a ser “la mujer de Ernesto”.

Hay pocas cosas irreversibles en la vida, la muerte, que te corten un brazo, tener un hijo. De esas cosas no hay retorno posible. Para bien o para mal.

Hay gente que pasa por la vida sin dejar huella. Tristísimo.

Después de veinte años, el matrimonio deja de ser lo que es para convertirse en lo que uno cree que es.

Hasta la mejor atracción sexual se termina cuando llega el orgasmo. Y después te quiero ver remontando el barrilete de nuevo.

Yo no encontraba calma. Era como que el cuerpo me quedaba chico.

Iba a tener que madurar, no le iba a quedar otra. A los golpes, como nos pasó a tantos.

Para Lombroso, el típico delincuente tenía mandíbula ancha, orejas grandes, brazos largos y pómulos altos.

-Es linda la gorda, ¿eh? -Sí, es relinda. -¿A quién se parece? -A nadie, por suerte no se parece a nadie.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Borges-Bioy Casares en Seis problemas para...

Jorge L. Borges y Adolfo Bioy Casares en Seis problemas para don Isidro Parodi.

De familia pudiente, calavera con dejos de noctámbulo, reconocible por el brillante cráneo engominado y los inevitables petizos de polo.

Curiosos voyayeurs autour de la chambre.

Suena la hora del adiós. Hasta aquí hemos marchado de la mano; ahora estás solo, frente al libro.

Saben una porción de cosas.

El mundo conocerá la amenaza del aire, del agua y del fuego.

Los cuantiosos lectores.

Cebaba, lento y eficaz, un mate en un jarrito celeste.

Ese angosto universo que es un tren en marcha.

Una mujer ya hecha, sin la fatal insipidez de las colegialas.

En todas partes he estrujado el jugoso racimo de la vida.

Era un estudioso, un discreto, que no malgastaba la oportunidad de callar ante los maestros.

Me infligió todas las circunstancias de su autobiografía insignificante.

Los novillos parecían haber vestido ropas nuevas.

El día ebrio de colores y de luz.

Bostecé una excusa y me retiré.

Abrí las fauces de mi chalet a un grupo interesante.

Una bandeja de madera provista de facturas surtidas y de Naranja-Bilz.

Durante el colapso erigí un poema acrobático.

La congestión del tráfico es adversa a la serenidad del espíritu.

Vio el asunto color de hormiga.

Le gustaba afilar hasta con los mucamos de adentro.

Hágase el que no está mamado.

El destino, que es prolijo, no da puntada sin nudo.

Dios habla por la boca de los sonsos.

Había engordado como novillo con las comisiones.

Era moreno, buen mozo y ligeramente desagradable.

Echó mano a la red ferroviaria y se vino al Once.

Es un animal con ropa, carente de roce, un compadrón, mejorando lo presente.

Se quedó con su cara pan que no se vende.

Un tipo como yo que tuvo una historia con una señorita que ya es manicura.

Le pusieron el sobretodo de madera y se radicó en la Quinta del Ñato.

Hacía tanto calor que la gente ya se reía.

Una de las señoritas se rió con el chiste y acto continuo le sonsaqué una cita para un terreno de la calle Humahuaca.

La devoré a mis anchas con la visual.

Se levantó como si le hubieran impugnado la carbonada.

Este joven que nos acaba de favorecer con su ausencia.

Pensó, casi audiblemente.

Para alcanzarla, no desdeñó los riesgos de un vapor movido por el humo.

La mesa larga y vacía de la pobreza, harto de esos festines de hambre.

El buen actor no entra en escena antes que edifiquen el teatro.

Macaco viejo no sube a palo podrido.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Guillermo Martínez en Yo también tuve...

Guillermo Martínez Yo también tuve una novia bisexual

“En recuerdo del primer libro que me regalaste te retribuyo con agradecimiento 37 años después. Que lo disfrutes!! Besos Santi 9/7/11”

La frente, muy amplia, orgullosamente librada al fino trabajo de las arrugas.

Una hija única que había permanecido soltera, sin lograr apartarse nunca del todo del imán poderoso de la casa paterna.

Apareció un cartel que indicaba el camino a Fort Benning. De aquí salen nuestros marines a invadir el mundo, me dijo Rachel con amargura.

Es inútil: cada vez que aprieto el puño de la memoria algo se escapa.

Las cien pequeñas flechas de su sonrisa, sus ojos chispeantes de astucia femenina.

Nuestras miradas se midieron y relumbraron, con algo de esgrimistas complacidos que ensayan las primeras fintas antes de aprestarse al verdadero combate.

Eso es lo que me gusta de los latinos: siempre se preocupan por su familia.

Hizo aparecer una lapicera.

Hubo después un lento minué de e-mails.

Había algo universal en la belleza, ésa era su conclusión.

Se preguntaba por qué todo lo bueno que le pasaba se acababa enseguida.

Cualquiera sea la afirmación que se quiera sostener, la negación siempre podrá reclamar sus propios derechos.

Había delante de nosotros un sol naranja sobre el mar de espigas, a punto de fundirse al tocar la línea impávida y lejana del horizonte.

Claudia Piñeiro Betibú

Es lo que hay, reglas del juego.

La furia dio paso a alguna otra cosa. Una mezcla de rencor y resignación.

Le provoca un gesto de asco que le hace cerrar los ojos, al tiempo que se lleva las manos a la cara como si cerrarlos no fuera suficiente para dejar de ver.

Dejar que el tiempo pase, como irremediablemente pasa, pero en compañía.

La miró con cara de “otra vez me la hiciste, hija de puta”.

Se rasca la cabeza con un lápiz negro sin que le haya picado.

No sabe cuánto tiempo va a pasar antes de que lo mande a la mierda. Pero que lo va a mandar, lo va a mandar. Es cuestión de tiempo.

Vos siempre igual. Ojalá, le contesta él. Y lo dice en serio. Ojalá estuviera igual que siempre, pero desde hace un tiempo sabe que está más viejo.

Se sentó en una silla ubicada justo detrás de él como si viajaran en un colectivo.

Es alguien que intenta seducir a quien se le ponga enfrente, sea hombre, mujer, joven, viejo, alto, bajo, gordo, flaco.

¿Vos no llorás?, le pregunta ella, ¿qué hacen los hombres cuando están mal? Zapping, nos tiramos en la cama y hacemos zapping.

Era un buen manipulador el hijo de puta y ésos son los que a mí más miedo me dan. Yo de una piña me sé defender, de un manipulador me cuesta más.

El pibe mira a sus compañeros y dice: Lo peor de todo es que esto no es joda.

¿Existe o no otra oportunidad, otra vida después de ésta, la vida eterna o lo que sea, que permita pensar la muerte un poco más allá de carne que se pudre para que coman los gusanos? Ella lamenta creer sólo en lo que ve; en los gusanos, cree.

Con los años no es que se profundice lo peor de uno, sino que por fin sale a la luz. Lo que se fingía ya no se puede fingir más. Le molesta reconocerlo.

Siempre se lleva una culpa encima, se trata de decidir con cuál de ellas estamos dispuestos a vivir.

11 Gladys Varela

11 Club de Campo la Maravillosa

11 Chazarreta

12 mujer de Chazarreta

14 Anabella

19 Nurit Iscar

19 Pedro Chazarreta

19 Paula Sibona (actriz)

19 Carmen Terrada (profesora de lengua)

20 Viviana Mansini

23 Gloria Echagüe (mujer de Chazarreta)

23 Salinger

24 Mark David Chapman

24 Jean Genet

24 Lee Harvey Oswald

24 Mark David Chapman

24 Jean Genet

24 Sartre

24 Jean Paul

27 Jaime Brena

27 Lorenzo Rinaldi

29 Karina Vives (periodista)

31 Gustavo Quiroz (periodista)

31 Ana Horozki (periodista)

32 Chela Guerti (periodista)

32 Tracy Austin

32 Jane Austen

35 Zippo (periodista)

35 San Martín

37 Venturini (comisario)

37 Pavlof

39 Jesucristo

40 Irina (ex esposa de Jaime Brena)

47 Claudia Donatto (prima de Gloria Echagüe, vecina del country La Maravillosa, casada

con…)

48 Lucio Berraiz (ex socio de Chazarreta).

52 Betibú (sobrenombre de Nurit Iscar).

60 Saramago, Cortázar, Piglia, Murakami, Bolaño.

62 Truman Capote.

65 Betty Boop.

66 Daisy, Minnie, Barbie, La Chacha.

67 Max Fleisher, Grim Netwick.

67 Helen Kane.

68 Bimbo (novio de Betty Boop).

68 Olive Thomas (actriz de cine).

69 Jack Pickford (marido de Olive Thomas).

69 Norma Mirta Penjerek, Oriel Briant, la doctora Giubileo, María Soledad Morales, María

Marta García Belsunce.

70 Scott Fitzgerald, Anita Loos, Doroty Parker.

71 Rodrigo (hijo de Nurit Iscar).

72 Popeye.