lunes, 12 de enero de 2015

El mundo de Sofía   Jostein Gaarder
Necesitamos encontrar una respuesta a: quién somos y por qué vivimos.
Resulta más fácil hacerse preguntas filosóficas que contestarlas.
Para los niños, el mundo y todo lo que lo que hay en él es algo nuevo, algo que provoca su asombro. No es así para todos los adultos. La mayor parte de los adultos ve el mundo como algo muy normal.
Los filósofos constituyen una honrosa excepción. Un filósofo jamás ha sabido habituarse del todo al mundo. Para él el mundo sigue siendo algo desmesurado, incluso algo enigmático y misterioso.
No hace falta cruzar el río para coger agua.

Todo está compuesto de tierra, aire, fuego y agua, pero en distintas proporciones.

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