Julio
Cortázar
Cartas de
mamá
Un pacto involuntario de silencio en que los dos se
desunían poco a poco como en todos los pactos negativos.
No había otro misterio que el de su resignada adhesión
a esa vida en la que nada había llegado a ser lo que pudieron esperar dos años
atrás.
Los dos lo venían sabiendo desde el día de su
casamiento, desde las primeras tomas de posición que siguen a la blanda
aquiescencia de la luna de miel y el deseo.
Ya se insinuaba el tácito silencio que se instalaría
luego entre ellos.
Quizá no estaba todo perdido, quizá la nueva vida
llegara a ser realmente otra cosa que ese simulacro de sonrisas.
Una enorme casa llena de recuerdos.
LAS ARMAS
SECRETAS
Siempre le sorprende descubrirse inclinado sobre lo
nimio, dándole importancia a los detalles.
Las mujeres serán siempre las mismas, en Enghien o en
París, jóvenes o maduras. Su teoría de los casos excepcionales empieza a
venirse al suelo.
Los últimos meses son tan confusos como la mañana que
aún no ha transcurrido y es ya una mezcla de falsos recuerdos, de
equivocaciones.
Es así como de encuentro en encuentro, de charla en
charla, han derivado a la soledad de la pareja en la multitud.
Agradecerá, sin explicarse la causa de su gratitud.
No hay como compartir una almohada, eso aclara
completamente las ideas; a veces hasta acaba con ellas, lo cual es una
tranquilidad.
muy bueno, quiero leer todo el libro.
ResponderEliminarHola nietita querida. Me alegro de que te haya gustado.
ResponderEliminarHola Abuelo Juan, llegué aquí porque buscaba a Paul Tabori en Historia de la Estupidez Humana. Me llamó la atención tu CV. Seguiré leyendo de tus comentarios, mi agradecimiento por tu generosa tarea. Pregunto: ¿por qué no has continuado con el blog? Saludo cordial desde Zapala, Neuquén. Laly
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