lunes, 12 de enero de 2015

Julio Cortázar  
Cartas de mamá
Un pacto involuntario de silencio en que los dos se desunían poco a poco como en todos los pactos negativos.
No había otro misterio que el de su resignada adhesión a esa vida en la que nada había llegado a ser lo que pudieron esperar dos años atrás.
Los dos lo venían sabiendo desde el día de su casamiento, desde las primeras tomas de posición que siguen a la blanda aquiescencia de la luna de miel y el deseo.
Ya se insinuaba el tácito silencio que se instalaría luego entre ellos.
Quizá no estaba todo perdido, quizá la nueva vida llegara a ser realmente otra cosa que ese simulacro de sonrisas.
Una enorme casa llena de recuerdos.
LAS ARMAS SECRETAS
Siempre le sorprende descubrirse inclinado sobre lo nimio, dándole importancia a los detalles.
Las mujeres serán siempre las mismas, en Enghien o en París, jóvenes o maduras. Su teoría de los casos excepcionales empieza a venirse al suelo.
Los últimos meses son tan confusos como la mañana que aún no ha transcurrido y es ya una mezcla de falsos recuerdos, de equivocaciones.  
Es así como de encuentro en encuentro, de charla en charla, han derivado a la soledad de la pareja en la multitud.
Agradecerá, sin explicarse la causa de su gratitud.

No hay como compartir una almohada, eso aclara completamente las ideas; a veces hasta acaba con ellas, lo cual es una tranquilidad.

3 comentarios:

  1. muy bueno, quiero leer todo el libro.

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  2. Hola nietita querida. Me alegro de que te haya gustado.

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  3. Hola Abuelo Juan, llegué aquí porque buscaba a Paul Tabori en Historia de la Estupidez Humana. Me llamó la atención tu CV. Seguiré leyendo de tus comentarios, mi agradecimiento por tu generosa tarea. Pregunto: ¿por qué no has continuado con el blog? Saludo cordial desde Zapala, Neuquén. Laly

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