domingo, 14 de marzo de 2010

Richard Bach en Juan Salvador Gaviota

Richard Bach Juan Salvador Gaviota

Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar.
¡Hijo, ya no eres más que hueso y plumas! No me importa ser hueso y plumas, mamá. Sólo pretendo saber qué puedo hacer en el aire y qué no. Nada más. Sólo deseo saberlo.
Mira Juan, no olvides que la razón de volar es comer.
Juan Gaviota descubrió que el aburrimiento y el miedo y la ira, son las razones por las que la vida de una gaviota es tan corta, y al desaparecer aquellas de su pensamiento, tuvo por cierto una vida larga y buena.
La perfecta velocidad, hijo mío, es estar allí.
Para volar tan rápido como el pensamiento y a cualquier sitio que exista, debes empezar por saber que ya has llegado.
Su manera de demostrar el amor era compartir algo de la verdad que había visto, con alguna gaviota que estuviera pidiendo sólo una oportunidad de ver la verdad por sí misma.
Un paso hacia la expresión de nuestra verdadera naturaleza. Tenemos que rechazar todo lo que nos limite.
Tienes la libertad de ser tu mismo, tu verdadero ser, aquí y ahora, y no hay nada que te lo pueda impedir.
Eres libre.
La libertad es la misma esencia de tu ser, todo aquello que te impida esa libertad debe ser eliminado, sea ritual o superstición o limitación en cualquier forma.
La única ley verdadera es aquella que conduce a la libertad. No hay otra.
Han empezado a comprender lo que de verdad son y han empezado a ponerlo en práctica.
Tienes que practicar y llegar a ver el bien que hay en cada uno y ayudarlos a que lo vean en si mismos. Eso es lo que quiero decir por amar.
Comenzaba otro día de ajetreo.
Para la mayoría de las gaviotas no es volar lo que importa, sino comer.
Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que importaba, sino volar.
Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar.
¿Por qué te resulta tan difícil ser como el resto de la bandada, Juan?
Sólo pretendo saber qué puedo hacer en el aire y qué no. Nada más. Sólo deseo saberlo.
No olvides que la razón de volar es la comida.
¡Cuánto mayor sentido tiene ahora la vida! ¡Hay una razón para vivir! Podremos alzarnos sobre nuestra ignorancia, podremos descubrirnos como criaturas de perfección, inteligencia y habilidad. ¡Podremos ser libres!
Sólo quiero compartir lo que he encontrado, y mostrar esos nuevos horizontes que nos están esperando.
¿Quién es más responsable que una gaviota que ha encontrado y que persigue un significado, un fin más alto para la vida? Ahora tenemos una razón para vivir, para aprender, para descubrir, ¡para ser libres!
Juan Gaviota descubrió que el aburrimiento, y el miedo y la ira, son las razones por las que la vida es tan corta, al desaparecer aquellas de su pensamiento, tuvo, por cierto, una vida larga y buena.
Una etapa ha terminado y ha llegado la hora de que empieces otra. Tenían razón. Ya era hora de irse a casa.
En el cielo, pensó, no debería haber limitaciones.
Hay más en la vida que comer, luchar o alcanzar poder.
La meta de la vida es encontrar la perfección y reflejarla.
La perfecta velocidad es estar allí.
Debes empezar por saber que ya has llegado.
Siempre resulta cuando se sabe lo que se hace.
Estarás preparado para subir y comprender el significado de la bondad y el amor.
Su manera de demostrar el amor era compartir algo de la verdad que había visto.
Tienes que ser suave, firme pero suave.
Tenemos que rechazar todo lo que nos limite.
Somos libres de ir donde queramos y de ser lo que somos.
Como todo. Práctica.

2 comentarios:

  1. ...rechazar lo que nos limite....

    Magnifico!!!

    Es uno de mis autores de buenos momentos.

    Cariños

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  2. Posiblemente en el goce del vuelo uno encuentre el alimento que necesita.

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